Capítulo 2

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Las clases se me hicieron eternas y aburridas, no podía pensar alguna solución para arreglarme con mi hermano, a veces se pone así de celoso, pero lo extraño era que jamás lo había visto con esa mirada. Por fortuna en ningún momento me encontré con mi hermano. Lo quiero, es un gran tipo pero lo que me quiere hacer no es aceptable. No le he dicho nada sobre su novia y su supuesto amigo Robert. Ella me amenazó y en ese entonces la reputación lo era todo para mi. Así que me callé, ahora me doy cuenta de que no era así.

Saliendo de mi ultima clase fui a mi casillero, necesitaba unas cosas de ahí.
Estando en ese lugar alguien me detuvo a mi lado.

- Sobre la mañana, lo siento en verdad - Dylan parecía realmente arrepentido. - ¿Podemos volver a empezar?

Asentí.

- Mi nombre es Dylan Thompson, mucho gusto muñeca - me guiñó el ojo.

Lancé una carcajada.

- Mi nombre es Abby Devine, mucho gusto y supongo que gracias por el cumplido.

Sentí una mirada a mis espaldas, instintivamente me giré. ¡Oh! Mierda. Max estaba con cara de pocos amigos. Doble mierda, se dirige hacia nosotros. Se ve relajado, pero las apariencias engañan, esta estado representa furia y desastre total.

- Dylan, tienes tres segundos para alejarte de MI pequeña - su tono era demandante y tranquilo, remarcando que era de su propiedad.

Rodeé los ojos.

- Vámonos Dylan - agarré su mano, aventé a mi hermano traidor y me encaminé hacia la salida.

Sentí un jalón, que me hizo caerme. Otra vez Max tenía a Dylan cómo hace unas pocas horas. No debió hacer eso

- ¡Suéltalo con una mierda! Ocúpate de tus estúpidos asuntos Max - nuevamente exploté.

- No creo que tú, seas algo estúpido - a penas podía contener su furiosa, sus nudillos estaban blancos.
A nuestro alrededor poco a poco se juntaba la gente. No era normal que mi hermano explotara de esa manera.

- ¡No, no soy estúpida! Pero yo me puedo encargar de mis asuntos. - esta vez estaba más calmada. - Ahora suéltalo, por favor

- ¡No! No tolero que coquetee con mi pequeña. Este hijo de perra se lo merece. Haz el favor de decirle a Amanda, que me tardaré un poco en llevarla a casa

Tampoco debió decirme eso.

- ¡NO LO HARÉ, NO DEJARÉ QUE LO GOLPEES! - mi furia salió a flote

- POR UNA VEZ EN TU PUTA VIDA HAZ CASO DE LO QUE TE ORDENO - jamás me había gritado.

- NO DEJARÉ QUE ME ORDENES, NO SOY TU MALDITA CRIADA, ASI QUE SI QUIERES DECIRLE A LA ZORRA DE TU NOVIA VE Y DILE - me tapé la boca. Por primera vez había insultado a todo pulmón a Amanda.

De repente sentí que me ardía la mejilla, Amanda me había abofeteado. Mi hermano por fin dejó a Dylan y se encaminó hacia ambas. En verdad pensé que si disculparía y le diría que no era necesario la agresividad. Lo único que conseguí fue el desprecio.

- Eso te pasa, por andar como una cualquiera. - eso dolió mas que nada.

- YA ESTOY HARTA DE TI, MAX ¡QUÉDATE CON TU NOVIA! PARA MÍ ESTAS MUERTO Y TE PUEDES IR MUCHO A LA MIERDA. JAMÁS ME HABIAS INSULTADO. NO SABES CUÁNTO TE DETESTO.

Salí de la escuela y me dirigí hacia el parque más cercano. Detrás mio venían Tom y Emmy. Me alcanzaron y por fin pude desahogarme.

Hoy no iría a casa, mañana era viernes. Último día de escuela. Pensaba quedarme con Emmy y llegar a mi casa ese mismo día por la noche. Por suerte mis padres salían cada viernes por la noche y podría regresar a casa. Mi plan era ignorar a mi hermano y a mi madre por el resto de mis días.

Mi encantador hermanoWhere stories live. Discover now