Capítulo 1. ¿Qué?

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Estaba ocupada tratando de pensar en alguna explicación, buscando en mi memoria de quien podría ser esta casa y porque tenía esas fotos. Una me llamo la atención, era el mismo niño que vi ayer, o antes, no sé. Él está sentado en el regazo de una mujer y... ¡Espera! ¿Marisol? Pero esto es imposible, Marisol solo tiene 10 años.

¿Quién es esta copia más vieja de mi hermana menor?

Ahora era cierto, yo estaba muerta de miedo. De pronto sonó un timbre a través de la casa, es mi oportunidad. Corrí hacia las escaleras, baje los escalones con precaución. ¿Y si es el cómplice de Amelia?

- Dijiste que irías conmigo a ver las cosas de Toni, Amelia.

¡Ian! ¡Es él! Ahora es mi oportunidad de salir de aquí.

Baje el resto de los escalones corriendo, sólo él me podría ayudar. Oí la voz de Amelia y seguí, luego llegue a una enorme sala de estar, Amelia hablaba y gesticulaba con... ¿Ian? Pero él no se veía tan alto ayer en la escuela. Tampoco tenía el pelo corto, pero se puede cortar, Luisita, duhhh.

- ¿Ian? - lo llame curiosa, al oír mi voz los dos se quedaron en silencio.

Ian se volvió hacia mí y sonrió. Puta mierda. ¿Pero qué? ¿Desde cuándo tiene barba? ¿¡Desde cuándo parece tan hombre!?

- Luisita, buenas tardes - se acercó a mí y me dio un abrazo, él estaba más fuerte también. No le devolví el abrazo porque estaba demasiado asustada - ¿Puedes convencer a tu querida esposa para que me ayude a comprar los muebles para el cuarto de Toni? Su ahijado y mi esposa te lo agradecerían.

¿Pero qué diablos estaba hablando? ¿Esposa? ¿Mi esposa? ¿Su esposa? ¿Cuándo se caso?

- ¿Qué clase de broma es esta? - exclame haciéndole saltar y mirarme fijamente.

Oí a Amelia suspirar pesadamente, pero estaba demasiado ocupada tratando de averiguar que maldito universo paralelo era este.

- Eso es lo que estaba tratando de decirte, hermano - Amelia hablo, observe que tenía la mirada perdida - Luisita no se encuentra bien hoy, no sé lo que pasó.

- ¿Qué paso? ¡Tú tonta, me secuestraste y me drogaste! - traté de avanzar hacia ella, que se contrajo con sorpresa, sentí unos fuertes brazos alrededor de mi cintura. Ian me impidió matar a su hermana.

¿Las drogas te hacen alucinar tanto?

- ¿Qué paso? ¿Cómo que Amelia te drogo y secuestro? Luisita, ¿por qué iba a hacer eso con su propia esposa? - Ian sonaba lúdico.

Amelia dio una sonrisa torcida y asintió con la cabeza estando de acuerdo con él. ¿Pero qué cojones?

- ¿También me estás viendo la cara? ¿Desde cuándo estoy casada con aquella persona? - me solté de él completamente indignada, no preocupándome por la expresión aparentemente herida de Amelia.

¿Por qué me está haciendo estas cosas?

Ian tenía su ceño fruncido, parecía confundido. Miró a Amelia y luego a mí, me agarro la mano izquierda y la levantó, dejando visible el anillo de oro en el dedo anular izquierdo. ¿¡Pero como carajos paso esto!?

- ¿Desde hace nueve años, cuando dijiste que sí? - habló como si fuera obvio.

Mi estomago se revolvió otra vez. Sentí que volvería a desmayarme y me aleje de él, pero en vez de mantenerme, volví a perder el conocimiento.

Aquí vamos de nuevo.

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Oía un montón de voces, pero no podía identificar ninguna. ¿Por qué mi cuerpo parece que pesa una tonelada? ¿Dónde estoy?

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