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"Eres un tipo raro y encantador."
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En el momento en que una pelirroja abrió la puerta del quirofano tres, se llevó una pequeña sorpresa, no era el perfecto asombro que esperaba, pero aún así le causó una gracia inmensa.
Así que ella solo soltó una pequeña risa antes de escuchar como a un ojiazul se volvía en seco para ver al dueño de aquel estruendo.
—Lizzie...
—Papá.
Se escucho decir a la pelirroja para luego soltar un bufido y guiar su mirada hasta el interior del quirofano.
—Doctor Shepherd, como ya acabó aquí, iré a ver como está el señor... —iba diciendo un muchacho de traje celeste mientras se ponía su reloj. Sin aún darse cuenta de la presencia de la muchacha.
—Tú. —se dejó decir la chica mientras miraba fijamente a chico de los ojos azules.
—¿Sé conocen?
—Si, bueno. El a mi no, al menos. Eres George O'malley. ¿Verdad?
—Si. Creo que no debería estar aquí...
—No importa. Ya salgo. Te veo después, doctor Shepherd...
—¡Lizzie!
—¿La conoce, doctor? Ahora que la veo es muy parecida a...
—A Addison, si. Es mi hija.
***
La ojiazul iba caminando rápidamente por los pasillos del gran hospital de forma torpe. Era tan estúpido como no importa lo que pasase, siempre que veía a sus padres algo en ella fallaba. Era como si derrepente fuera más torpe, o más inestable. Era como un tonto detonante que su cabeza programa cada que tenía que estar cerca de sus progenitores.
Sin mucho esfuerzo ella pasó por un grupo de personas golpeando a alguien en el camino haciendo que ésta protestara.
—¡Oye! Ten más cuidado. —dijo una chica de largo y rubio cabello mientras se daba la vuelta.
—¡Lo mismo digo! —grito la pelirroja mientras repetía la misma acción que la chica.
—Idiota... —dijo en un intento de susurro aquella chica de dorado cabello.
