Abecedario. | •Tobidei•

C

«Cálido»

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-Auch...- No puede evitar soltar otro quejido al tiempo que aquellos largos y suaves dedos continúan arrastrándose con una delicadeza in-humana por su vientre. No sabe como se siente tocar a un muerto, sin embargo, esta seguro de que la fría temperatura de aquellas manos no es comparable con nada que haya sentido antes.

El azabache no parece escucharlo tan fascinado como esta frotando sus ahora desnudas manos sobre su vientre, aún inclinado sobre él como si fuera la posición mas normal del mundo, Deidara solo agradece que estén solos en la cueva antes de volver a retorcerse con disimulo sobre las sabanas. Pasan varios minutos donde el rubio trata de ahogar mas de los quejidos y una que otra risa cada que el mayor pasa sobre sus costados antes de que el Uchiha se de cuenta de que le esta hablando, volteando con sorpresa y aquella expresión de cachorro que debilita al adolescente de Akatuski. Hace el ademan de alejarse, fallando torpemente y solamente logrando incrementar el rubor en el rostro del artista cuando se da cuenta de que su marcado rostro chocara en cualquier momento contra su pecho y pueda darse cuenta del acelerado ritmo de su corazón.

-Lo siento, ¿es demasiado frío?- Ambos saben que el Uchiha no es del todo consciente de la temperatura de su cuerpo, mas aún tan acostumbrado como esta a la calidez de los guantes de cuero. Deidara miente, negando un par de veces antes de apartar la vista avergonzado, no importa cuan dócil se haya vuelto por él, no piensa decir una sola palabra. Puede escuchar un suave suspiró salir de los resecos labios antes de que sus manos reanuden un suave paseo de arriba a abajo.- Me detendré si así lo deseas, Deidara.

Observa frustrado como la resignación aparece en el onix. Obito vuelve a alertarse al escucharlo bufar con molestia.- Esta bien, solo callate, Tobi.- Su voz suena lo suficientemente fuerte para que el otro lo escuche, sonriendo con cariño antes de volver a sumirse en su nueva obsesión por acariciar los brazos de su senpai, divirtiéndose cada tanto al notar la diferencia de texturas entre la piel injertada del codo y lo demás, tragándose sus propias adulaciones ante el miedo de que el rubio se levante molesto.

Sin embargo, Deidara no piensa quitar las manos de su Kohai aún si Pain lo amenazara en ese mismo momento, ha perdido la cuenta de las veces en que le ha pedido desenmascararse para él, con amenazas o tonos tan suaves y melosos que rayan en lo ridículo. Quiere conocer cada parte de él, incluso mas allá de si es un Uchiha o toda esa mierda de los planes milenarios, decepcionándose al ver lo arisco y esquivo que se volvía el otro ante sus peticiones tan hundido como esta en sus inseguridades. Deidara esta convencido de que aquellas marcas en su rostro y la mitad de su cuerpo no lo vuelven un monstruo, o por lo menos, no uno peor del que ya son la mayoría de ninjas.

Mas minutos pasan de manera insignificante para los dos, incluso con lo mucho que extraña el frío toque en sus mejillas y cabello, Deidara teme decir o incluso no decir cualquier cosa y volver a la obscuridad de las mentiras en la que se vio envuelto. Lo escucha suspirar con cierta melancolía a pesar de la boba sonrisa que arruga más su rostro, Deidara siente una dolorosa presión en su estómago al escuchar la grave voz de su compañero completamente quebrada.

-¿Sabes? Eres la primera persona que tocó en años y es horrible...- Deidara mira con confusión como el obscuro ojo comienza a humedecerse.- El accidente daño demasiadas cosas que no pudieron salvarse y yo...estas manos, no pueden sentir, yo no puedo sentirte, no de la manera en como yo quiero, no de la manera en la que te lo mereces.- Las grandes manos se aprietan contra sus muñecas como si tratara de explicarse sin que el otro pueda entenderlo.- No sé como se siente esto, o cualquier otro cosa y jamás podre saberlo, lo siento...- El rubio se siente impotente por no poder hacer nada mas que quedarse quieto, observando como un inútil el ligero temblor en sus manos a la vez que los dedos siguen frotándose contra su antebrazo con obsesión.

-Solo sé que eres cálido, de alguna manera puedo sentirlo, también sé que tu cabello es suave.- Una de sus manos se desliza entre las hebras doradas mientras su respiración continua agitándose.- Estoy lleno de todos estos errores, de verdad lo siento...- Parece querer seguir hablando sin que el nudo de su garganta se lo permita.

Deidara sabe que jamás ha sido bueno con las palabras y mucho menos con los consuelos, además, sabe que sin importar cuanto le diga que detalles como esos importan poco o nada, la testaruda cabeza del otro no lo aceptara tan fácil. Entonces se limita a apresarlo entre sus brazos delgados en el contacto mas cariñoso que puede simular. Obito tarda unos segundos en asimilarlo antes de corresponder con miedo al no poder medir del todo su fuerza, permitiéndose enterrar su rostro en su cuello con timidez.

El artista puede escuchar la melodía de mas quejidos ahogados y sentir las lagrimas humedecer su piel a la vez que otro escalofrió y las ganas de estornudar ante el contraste de temperaturas vuelven a inundarlo. A Deidara no le importa demasiado, él se asegurara de sentir por los dos y si es necesario y se dedicara la eternidad a explicarle cada cosa.

-Senpai, ¿cómo se sienten mis manos? ¿Cómo me siento yo?

Deidara tarda unos segundos en responder, impacientando la ansiosa cabeza del Uchiha.

-Tú también eres cálido, Tobi.

No esta mintiendo, es la primera vez que otro ser humano lo toca con aquella delicadeza y amor y lo mira con tantas emociones estallando en un solo contacto, dejando como única evidencia la dulce sensación de la tranquilidad flotando en su estómago. Obito es definitivamente la persona mas cálida que jamás ha conocido.

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Así es gente, según yo, el abecedario empieza con C (? (Igual prometo mejorar la portada, algún día...)

Este trabajo fue previamente revisado  por mi increíble Beta uwu, así que creditos para ella también.

—Haul.

Si llegaste hasta aquí, gracias por leer :D

-Tophy