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Markian revisó las heridas de Aylara. Para su suerte, no se había vuelto a abrir la herida de la pierna y por lo demás parecía estar bien. Pero dolía bastante, caminar le costaba y si reía sentía un piquete en las costillas.

-No tienes fracturas, pero podrías tener una fisura, de cualquier manera te dolerá un par de días- dijo Markian.

-Y ella como es común no querrá ni moverse- dijo Zaira con burla.

-Creo que me merezco un descanso después de lo que pasó- dijo Aylara. Lora rio un poco, había estado junto a Aylara durante toda la curación.

-Más bien debemos de entrenarte aún más para que ya no tengas que ofrecerte de carnada sino noquear a los soldados y huir- dijo Markian.

-Me impresiona que Niña no tenga entrenamiento. Por lo que vi en la base diría que tiene toda su vida huyendo- dijo James.

-Aprendí de los mejores- dijo Aylara sonriendo de lado. James sonrió hacia Aylara, no podía negar que le impresionaba esa chica.

- ¡Niña! - dijo Thiago mientras volaba deprisa hacia Aylara. La abrazó con cuidado mientras Isaac llegaba detrás de él.

-Hola Reines- dijo Aylara devolviéndole el abrazo.

-Nos preocupamos por ti, no vuelvas a hacer eso- dijo Isaac con un tono de alivio al ver a Aylara sana y salva. O bueno, casi sana porque incluso si rostro estaba un poco morado ahí donde Mike la había golpeado.

- ¡Hola! Soy Thiago, soy quien quitó sus muñequeras- dijo el alemán hacia James y Giselle. Parecía bastante entusiasmado por conocer gente nueva.

-Soy James y ella es Giselle, un gusto- dijo el italiano. Thiago sonrió mientras Lora se ponía de pie y daba un par de aplausos para llamar la atención.

-De acuerdo, tenemos que ir a París. Giselle, James, entenderé si ustedes no quieren venir con nosotros, pero es peligroso ir solos. Aunque, a fin de cuentas, es su decisión- dijo Lora. James y Giselle intercambiaron miradas, parecieron tener una plática mental hasta que la mayor habló por ambos.

-Iremos con ustedes. Les debemos ya no estar en ese maldito infierno- dijo Giselle.

Lora asintió y todos se acercaron. Zaira caminó unos pasos hasta un árbol donde empezó a desenterrar un par de maletas. Cada uno tomó una sin contar a Aylara, James y Giselle a quienes les dieron ropa adecuada para viajar.

-Les conseguiremos más cosas llegando allá, nos tardaremos una o dos horas en llegar- dijo Lora comenzando a volar.

El grupo empezó a elevarse. Aylara voló con calma hasta sentir como un brazo pasaba por sus hombros y la abrazaba con mucho cuidado. Lora hundió su nariz en la curva del cuello de Aylara, se apegó a ella con sumo cuidado, como si la mexicana fuera a quebrarse al mínimo movimiento brusco.

-Por favor nunca vuelvas a hacer eso, creo que ambas pasamos por un infierno- dijo Lora. Aylara abrazó a Lora, sin darse cuenta había extrañado estar junto a la canadiense.

-Estoy bien, no podía dejar que los soldados llegaran hacia donde estaban ustedes- dijo Aylara sonriendo de lado. Lora iba a responder hasta que Thiago voló quedado justo frente a ellas.

- ¿Te lastimaste mucho o morí en la misión y por eso veo que Lora está abrazando por decisión propia? - dijo Thiago algo impresionado. Lora soltó una risa mientras sonreía de lado.

-Ay por Dios, pensé que ya les habrías dicho- dijo Aylara en medio de un ataque de risa.

-Pensaba más en sacarte de esa base a salvo que en decirles a los demás que me hiciste débil- dijo Lora con obviedad al momento que Thiago abriera los ojos con impresión.

RadiaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora