Donna Martins.

Empezaba el verano, los rayos del sol tocaban el rostro de Donna Martins quien ya despertaba para empezar el día. Típica rutina de mañana, quedarse en el teléfono como por 15 minutos, ver algunos videos, buscar algo de inspiración en Pinterest, casi nunca respondía mensajes porque su círculo de amistad no era muy grande, pero si se encontraba algunas veces con alguna sorpresa en sus redes sociales. Donna se emocionaba mucho cuando veía el símbolo de un nuevo seguidor en Instagram, pensaba que se trataba de algún chico guapo y algunas a veces acertaba, pero muy pocas.
Hacer la cama, poner música, escuchar un podcast, meditar, skincare... Sí, quería ser "Esa chica" este verano, se encontraba en su intento #1000, "Pero la actitud es lo que cuenta" se repetía.
Describir a Donna Martins podría ser muy simple o muy complicado, dependiendo de los ojos que la observasen o el tipo de persona que la conociese. Básicamente: Amable, divertida y mucho pues les sacaba una sonrisa a todos, inteligente, modesta, con un carácter un poco del diablo, pero en pocas palabras "una buena chica". Por el lado complicado: Nerviosa, indecisa, insegura, ama los cambios sin embargo el quererlos tantos le quita estabilidad y llegando a esa palabra, Donna cree nunca haber conocido la palabra estabilidad en ningún aspecto de su vida. Emocionalmente, era inestable. Con respecto a sus estudios, era inestable. Con su familia, era inestable y en el amor, nunca había tenido novio, por lo tanto. INESTABLE.
Lo bueno de ella era que mantenía estos defectos muy bien guardados debajo de la alfombra y no se molestaba por sacarlos a luz, eso aumentaría más sus nervios y para este verano se había decidido a tener una vida distinta, estaba harta de la misma mierda de siempre, quería un cambio, ser una nueva versión de ella y, ¿por qué no? Tal vez, ese muy profundo deseo de conseguir al perfecto haya llegado, pero con respecto a los estándares de Donna, los veremos más adelante.
Terminaba de desayunar para poder hace ejercicios, cuando su madre salió de su habitación preguntándole si ya había desayunado. "Sí mamá, ¿vas a comer?" preguntaba, ya estaba acostumbrada a la típica respuesta acompañada de esa pregunta. La relación con su madre era buena, su madre, a comparación de muchas, era tierna, divertida y se le gustaba conversar de algún chisme familiar con su hija, pero para Donna no era perfecto, como nada de su vida. Sabía que la relación con su madre era un poco superficial porque eran contadas las veces en que esta le había preguntado realmente como se sentía o si todo en su vida se encontraba en orden, probablemente ella hubiera respondido un "Sí, todo bien". Sabía que pedía más de lo que no podía dar. Se cuestionaba mucho por eso. Después de una pequeña charla, fue a hacer sus ejercicios.
Básicamente los días en las vacaciones de Donna eran iguales, no variaban mucho: Rutina de mañana, ejercicios, beber agua, ordenar su habitación, sacar a su perro, subir algunas fotos a sus redes para poder tener algo de validación masculina por parte de sus seguidores y hacerse una rutina skincare y demás cosas que demostrarían una vida totalmente equilibrada cuando realmente ella no se sentía así.
¿Qué pasaba con Donna Martins? ¿Qué le faltaba a Donna Martins? ¿Por qué Donna Martins no podía ser feliz? ¿Qué necesitaba Donna Martins?
Ella sabía la respuesta perfectamente, pero le costaba aceptarla, mucho menos en esa etapa de su vida y ahora les explico por qué.
Donna Martins tiene 22 años, está a un año de acabar su carrera de Economía, tiene una familia que la ama y se preocupa por ella, tiene a una mejor amiga que podría ser fácilmente su alma gemela, es guapa, saludable e inteligente. Donna Martins es virgen y nunca ha tenido novio. ¿Cómo una joven de 22 años que aparentemente tiene todo bien seguir siendo virgen y no haber encontrado al perfecto?.