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Ｃａｐｉｔｕｌｏ ３２

Se acerca a su nieta y con sus suaves manos acaricia la mejilla de su pequeña.

-No sabes cuánto te extrañé a ti..y al abuelo...-

Las lágrimas salían sin parar, por fin estaría con sus seres queridos pero sentía un vacío en su pecho, pero no sabía que era.

-Mi niña, aún no era tu hora y todavía no lo sigue siendo, debes volver, ellos te necesitan.-

¿Ellos?, pasaba eso por tu mente, hasta que de la nada una imagen llegó a su mente.

Mis pequeños....Shini....chicos.....

-Es cierto, ¡debo volver!.-

Pero...¿como?.

-Jeje, encontrarás la forma, eres muy inteligente, se que podrás volver y tal ves esta sea la última ves que nos veamos, recuerda que tu abuelo y yo te amamos con toda el alma y que sin importar que, estaremos junto a ti.-

-Abuela, a que te refieres que será la última ves que ¿los veré?.-

Sin poder esperar a que responda se podía escuchar como un llanto hacia eco en el lugar. Lo reconociste al instante.

-¿Rose?.-

-Mi niña ya es tiempo de volver.-

De repente se pudo ver un destello de luz que te cegaba la vista y lo único que podías hacer era escuchar los llantos de la chica, por instinto corriste hasta la luz.

-¡Espera Rose!.-

✞ᴥ✞ ✞ᴥ✞ ✞ᴥ✞ ✞ᴥ✞ ✞ᴥ✞ ✞ᴥ✞ ✞ᴥ✞

-Por favor, vuelve, te lo suplico.-

La chica seguía llorando en el pecho de Tn sin consuelo alguno, eso hasta sentir como una mano le acariciaba la cabeza.

La chica al sentir las caricias en su cabeza levantó la cabeza y te vio, con tu sonrisa leve de siempre mientras con una de tus manos le sacaba las lágrimas.

-Hola Rose o debería decir Agathá.-

La chica se encontraba en shock, no podía creerlo, estabas ahí viéndola hablándole y toda la cosa, no aguanto más y se lanzó a abrazarte mientras seguía llorando.

-Te extrañé, en verdad

-Yo también Agathá, pensabas que con esa actitud que tenías de chica loca ¿no te reconocería?.-

-Y..yo e..es que.-

Apenas podía formular una palabra, las lágrimas no se lo permitían, tu sin decir nada y entendiendola le devolviese el abrazo y a la ves le secaba las manos.

-Perdoname, pero si te decía, te ponía en riesgo aunque no sabía que habías a morir por ese maldito.-

-Lo entiendo Rose, pero recuerda que no me gusta que me mientan.-

-Lo se, enserio perdón, pero si el se enteraba.-

-Shh, ya estoy aquí.-

El abrazo hubiera seguido de no ser que sentías un malestar en tu estómago, tenías hambre.

-Agh, tengo hambre...-

Tu solamente dirigirte tu mirada hacia el cuello de Rose en su vena, por alguna razón quería probar su cuello.