Inesperado (2da parte)

1K 104 11
                                    

Miguel le dirigió una fugaz sonrisa antes de dar media vuelta y seguir a Ainoa y Sly, los cuales ya se encontraban alejándose.

Norah respiro hondo e intentando aparentar tranquilidad, se dijo a sí misma:

-Sólo entraré y hablare con él, así que no tengo por qué ponerme nerviosa... aunque nunca lo haya visto.

Lo último, lo dijo como incentivo ya que por lo que sabía, las personas normales no poseían sus habilidades y por lo tanto no podían saber cómo eran las personas que conocerían.

Sintiéndose como ellos por primera vez, avanzó hacia la puerta.

Frente a ella, alzó su brazo y tomó la perilla con incertidumbre.

Se encontraba a punto de abrir la puerta, cuando se escucho desde dentro, una voz infantil.

-Vamos, entra ya.

Norah abrió la puerta y entró al cuarto, en donde una mujer robusta se encontraba sentada en una silla al lado de una cama. Cerró la puerta tras de sí y le dirigió una mirada curiosa a la señora, la cual en esos momentos se encontraba observándola con los ojos de tono café oscuro, entrecerrados.

Al principio, creyó que la señora era de complexión robusta, sin embargo, pronto se dio cuenta de que en realidad se encontraba enjuta en la silla, la cual parecía ser muy pequeña para ella. Su cabello castaño oscuro se encontraba recogido con una pinza negra y sus largos dedos repasaban el borde de la cama a su lado.

La mujer la miraba con una clara hostilidad, pero luego de unos minutos, se levantó de su silla y se acercó a Norah, la cual miraba a la señora completamente asustada. La mujer se limitó a pasar de largo a Norah y abrir la puerta del cuarto para salir de éste sin decir ni una sola palabra.

La chica se encontraba sumamente confundida, pero una voz infantil la sacó de sus pensamientos:

-¿No te gustaría tomar asiento? Debes de encontrarte bastante fatigada por el viaje.

Norah buscócon la vista al dueño de la voz. Casi al instante, sus ojos se posaron en la cama, de donde estaba segura que había provenido la voz.

Con deliberada lentitud, se acercó a ésta, vislumbrando poco a poco un bulto entre las mantas. Sorprendida, se encontró con el rostro de un niño, el cual parecía no tener más de 11 años, quien le dirigió una mirada cargada de emoción y una pequeña sonrisa se dibujó en su joven rostro inmediatamente.

-¿Zadael? -Norah preguntó.

-Así es -dijo el niño sin dejar de observarla-. Y tú eres Norah.

-Sí -dijo ella sentándose en la silla que tiempo antes ocupaba la mujer.

-Bueno Norah, he de serte sincero, me alegra mucho conocerte, hacía un tiempo que no conocía a nadie como yo.

La aludida asintió, aun sorprendida por el aspecto de Zadael y por su manera de hablar, ya que aunque parecía un niño, se comunicaba con la fluidez y ademanes de un adulto. Parecía mucho más maduro que un niño normal, lo cual Norah suponía que se debía a causa de las habilidades que ambos poseían.

Sin poder evitarlo, Norah le pregunto -¿Por qué? ¿Qué es lo que quieren de mí?

Zadael la miro con pesar por largo tiempo, parecía que no iba a responder. Sin embargo, al poco rato habló.

-No solo de tí, de todos los que poseen nuestras habilidades.Ellos gustan de usarnos para su propio beneficio, por eso nos buscan y cazan como si fuéramos animales.

-¿Cómo es que nacimos así? ¿Qué fue lo que detonó nuestras habilidades? -la voz de Norah se oía más abatida a cada palabra.

-Nosotros nacimos con estas habilidades por una razón... la cual, parece que aún no conoces. Tus recuerdos aun no llegan a ti pero no te preocupes, te ayudaré.

Sin decir una palabra más, el niño se enderezó y comenzó a gatear por la superficie blanda de la cama hasta colocarse frente a Norah.

El pequeño, alzó su brazo derecho y posando su dedo índice en la frente de ella, cerró los ojos y comenzó a respirar pausadamente. Norah esperaba que él hiciera alguna otra cosa, pero de pronto una serie de imágenes y recuerdos comenzaron a bombardear su mente, provocando que un fuerte dolor de cabeza surgiera mientras que su boca tomaba la forma de una O, como si lanzara un grito mudo al viento.

 Norah esperaba que él hiciera alguna otra cosa, pero de pronto una serie de imágenes y recuerdos comenzaron a bombardear su mente, provocando que un fuerte dolor de cabeza surgiera mientras que su boca tomaba la forma de una O, como si lanzara un...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


En el comedor del complejo Miguel se encontraba comentando con Ainoa, su encuentro con la chica.

-Sinceramente, yo no le encuentro nada de especial a ella, Calandre se veía mucho más interesante -declaró Ainoa mientras tomaba su vaso de la mesa y le daba un largo trago al contenido.

-Si te fijas bien en ella Ainoa, creo que sí se le notan un poco sus habilidades. Un claro ejemplo fue lo que ocurrió en la plaza.Ninguna persona se habría percatado con tal rapidez de nuestras intenciones-puntualizó Miguel.

-Aun así, es claro que depende demasiado de sus habilidades -dijo una voz pausada y profunda que provenía de detrás de ellos.

Los dos rápidamente voltearon, era la misma señora que había visto Norah en la habitación, sin tardanza, ambos se levantaron de sus asientos y se colocaron en posición de firmes frente a ella.

-Sra. Ima.

-No tiene por qué hacer eso siempre -se quejó la mujer-. Solo quería hablar con ustedes acerca de la misión.

Miguel se encontraba a punto de contestarle, cuando sonó una especie de alarma que los alertó por completo, haciendo que salieran del comedor en dirección al cuarto de juntas.

Al llegar a él, se percataron de que Sly ya se encontraba ahí junto con otros más.

La Sra. Ima no perdió tiempo y preguntó.

-¿Situación?

-Los raptores acaban de enviarnos una advertencia acerca de la chica -dijo un hombre de cabello y ojos color caoba, quien llevaba unos lentes de montura gruesa y cuadrada.

-¿Qué es lo que quieren?

El hombre iba a responderle cuando dos personas más entraron en el cuarto.

Se trataban de Norah, cargando a Zadael en su espalda. El niño rápidamente señaló una silla desocupada donde Norah depositó al pequeño con cuidado y se colocó detrás de él.

El hombre prosiguió con la demanda del enemigo:

-Piden que se les dé a la chica y advierten que si no lo hacemos, atacarán el complejo.

Zadael volteó la vista a Norah.

-Creo que su interés en ti no es meramente por tus habilidades, ¿tú qué piensas Norah?

Ella bajó la vista hasta toparse con la de él.

-Creo que ya es hora de que me vaya de aquí, no quiero causar problemas.

Sin dar tiempo a otra cosa, Norah dio media vuelta y salió de la habitación. En ningún instante dirigió su vista a alguno de ellos, aun así Miguel, Ainoa, Ima y Sly lo notaron... algo había cambiado en ella profundamente.

Estrellas carmesí ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora