Relato 1

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Había una vez una muchacha llamada Esmeralda, su belleza no era nada especial ni nada por el estilo, se podría decir que era una persona común y corriente. Ella era muy timida para hacer amigos, y eso seria un gravísimo problema, ya que estaba a punto  se mudarse dentro de una semana, gracias al trabajo de sus padres.

Para ella se le hacia demasiado difícil hacer nuevos amigos y lo peor de todo a la mitad del año escolar, ya todos se conocían, ella iba a ser la típica chica nueva solitaria del grupo. Esmeralda acompañaba a su madre para hacer las compras para las cosas de la nueva casa, ya cuando al fin habían acabado todo su madre fue a dejar las cosas al carro mientras que ella se quedaba en una tienda para escoger una bufanda ya que hacia mucho frío.

Cuando compro la bufanda, ella le marco a su mama diciéndole que le gustaría caminar un rato para ver la plaza, su madre trato de convencerla de que se fuera ala casa que ella mañana la acompañaba después de la escuela, esmeralda insistió en quedarse. No sabia porque pero ella sentía la necesidad de quedarse en ese lugar, como si algo le ordenara estar ahí.

Esmeralda empezó a caminar por la plaza y entro a varias tiendas, no hizo nada en especial, hasta que vio en un cartel que estaba a lado de una mujer que estaba sentada en una mesa, el cartel decía:

Venir a ver a la famosa bruja del hilo rojo.

Con una pizca  de curiosidad ella se acerco y dudo sobre gastar un dólar en ver semejante barbaridad, la mujer que se encontraba sentada dijo lo siguiente:

—Tu otro lado esta mas cerca de lo que piensas solo sigue tu corazón...

Al escuchar las palabras de aquella mujer, Esmeralda decidió comprar un boleto, total no tenía nada que perder. Al entrar ala sala donde estaban varios asientos Esmeralda entró, no había mucha gente. Al principio se sintió un poco tonta, al dejarse engañar por una mujer que lo mas probable es que sea una estafadora. Al principio de la función apareció una mujer con ropa muy extraña, ella por un momento miro fijamente a la audiencia y sonrió.

—En esta vida hay millones de personas, a lo largo de nuestras vidas hemos conocido a millones de personas de las cuales nos hemos encariñado o incluso enamorado, pero lo cierto es que nosotros nacemos destinados a una persona con la cual compartiremos el resto de nuestras vidas, es una persona con la cual serás tan compatible que habrá miles de personas que evitaran que estén unidos. Es muy difícil permanecer al lado de la persona que está destinada a ti ya que tendrán que pasar por varios problemas. Todo esto se debe a una leyenda que es la del hilo rojo del destino, es muy difícil que alguien los pueda ver...

—¿Pero porque un hilo rojo? y ¿porque precisamente en el dedo meñique?—se escuchó una voz de mujer entre el público.

La bruja sonrio y dijo —Esta leyenda surge cuando se descubre que la arteria ulnar conecta el corazón con el dedo meñique. Al estar unidos por esa arteria se comenzó a decir que los hilos rojos del destino unían los meñiques con los corazones; es decir, simbolizaban el interés compartido y la unión de los sentimientos. Por eso también el hecho de hacer promesas en algunos países al entrelazar estos dedos con el otro..pero es mucha cosa científica, existen varias leyendas... por el momento creo que es momento de pasar a alguien a enfrente....

La bruja empezó a buscar a alguien entre el publico, hasta que escogió a Esmeralda, ella la señalo muy fijamente.

Esmeralda sintió un nudo en la garganta por los nervios, pero la curiosidad era fuerte, a si que soportando los nervios que la atormentaban paso junto con la bruja. La bruja la miro y le dio un abrazo susurrándole al oído:

—tu otra mitad esta mas cerca de lo que piensas.

Esmeralda quedo un poco perpleja al escuchar esto, automáticamente quedo inconsciente.

Cuando despertó estaba en la enfermería del centro comercial, un oficial le dijo que ella se había desmayado frente a la fuente principal y la llevaron a la enfermería. Ella le pregunto sobre el espectáculo, el oficial quedó impresionado, el espectáculo se había programado hasta dentro de una semana.

Solo fue un sueño. Se repetía en su interior

Aun confundida por su vivido sueño decidió irse a su casa.

Al pasar por un lugar donde estaban varios hombres con unas motocicletas, ella pensó en retroceder pero era el único lugar para llegar mas rápido a su casa y no pensaba perder el autobús.

Camino a paso veloz aun lado de los muchachos, ellos la miraron y empezaron a molestarla quitándole su bufanda que había comprado, ella trato de quitárselo hasta que llego un hombre y los demás salieron huyendo al parecer el era el líder de esos vándalos, el le devolvió la bufanda a Esmeralda.

—¿Estas lastimada?—Pregunto él mientras observaba el caminar de esmeralda.

Ella asintió con la cabeza un poco apenada, el la levanto y la subio arriba de su motocicleta, ella se sintió un poco apenada al dejar que el la llevara. Cuando llegaron afuera de su casa ella se bajo con cuidado de la moto y le agradeció por llevarla a su casa.

—No es nada, al fin y al cabo fueron mis amigos que te empezaron a molestar, Por cierto me llamo Sebastián, tu eres esmeralda ¿No?—dijo aquel hombre.

—¿Como lo sabes? —Pregunto esmeralda asombrada.

—Nosotros íbamos junto en el primer año de preparatoria pero decidí a dejar de estudiar—dijo Sebastián un poco apenado al no ser recordado por su ex compañera de clase.

Esmeralda empezó a recordar, cuando entro a la preparatoria había un compañero que se llamaba Sebastián, ella lo recuerda con su novia aun lado, hasta que ambos dejaron de estudiar porque la novia había salido embrazada. Se había hecho un gran lío.

—Ya me acorde, pero mira que casualidad el volverte haber después de tanto y cuéntame que paso con... —por alguna razón esmeralda no pudo terminar la frase.

Sebastián suspiro con pesadez.

—Ella falleció en un accidente automovilístico con el padre de su hijo —dijo Sebastián.

Esmeralda no supo que decir, él rió un poco, le pido que no sintiera lástima por él. Ella sonrió y se despidió.

Al estar en su cuarto y después de ser regañada por su madre por llegar con un motociclista a la casa. Esmeralda se puso a pensar sobre lo que había ocurrido esa tarde, era increíble que soñara todo eso y se encontrara con Sebastián.

En los siguientes días Sebastián estuvo yendo por esmeralda para llevarla a la escuela, aunque a los padres de ella no le agradaran ese muchacho decidieron no hacer nada ya que muy pronto no iban a estar mas en esa ciudad.

Pero, mientras ellos pensaban que era un simple amor pasajero, para Esmeralda y Sebastián era algo mucho mas.

Cuando paso la semana y ella y Sebastián se tenían que despedir se hicieron un promesa, que algún día se iban a reencontrar, esta promesa la sellaron juntando su dedo meñique.

Pasaron los años para ambos, ellos ya tenían sus vidas hechas, Sebastián dejo la vida tan baja que llevaba para terminar sus estudios y volverse abogado, mientras que Esmeralda empezó a trabajar de secretaria para una importante compañía.

Un día Sebastián tuvo que reunirse con un cliente hasta muy tarde y cuando salio decidió ir a la plaza principal donde había un cartel que anunciaba el espectáculo de la bruja de los hilos del destino, esto le recordó cuando llevo a esmeralda a la enfermería mientras ella estaba desmayada el día que la conoció, esto nunca lo supo esmeralda, ya que sebastian creía que no era de mucha importancia .

El observo que a un lado de el estaba una mujer observando con nostalgia aquel cartel...

Historias de amor jamás contadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora