oro bajo la luna

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Para Thor la vida no fue fácil, fue rechazado por su padre cuando esté descubrió los gustos de su segundo hijo, lo corrieron de su casa y lo despojaron de su lujosa vida. Aún así, para Thor la vida había comenzado a caminar viento en popa cuando consiguió un trabajo en un bar, la paga era lo suficientemente buena como para mantenerse y poco a poco había comenzado a encontrar nuevas formas de obtener dinero. Su padre encontraba su estilo de vida como algo aberrante, aún así, nunca se atrevió a ponerle un alto, después de todo era su hijo más pequeño; Thor por su parte había encontrado la manera de ganarse algo de dinero explotando sus gustos.
Afortunadamente para Thor, era alguien bastante atractivo, algo que le valía para poder atraer a las personas más acomodadas, que acudían a los barrios más miserables por algunas caricias y desenfreno que, en esa sociedad, no podían satisfacer a vista de alguien más. El sexo entre varones era algo que no solo era mal visto, era aberrante a los ojos de otros, motivo suficiente para que en una mañana tu cuerpo fuera noticia de la ciudad al ser encontrado en una calle; muerto y con claros signos de haber sufrido la más dolorosa muerte. Justo ahí recaía el principal negocio de Thor, los hombres que lo seguían a los callejones más abandonados y oscuros eran lo suficientemente generosos con la paga como para que él haya pasado de vivir en un apartamento de apenas un cuarto, a tener un piso completo de un elegante edificio para él solo.
La noche pintaba genial para él, la luna brillaba en lo alto; la iluminación perfecta para una exitante noche, adoraba ver el cuerpo de su acompañante bañado con sus fluidos resplandeciendo con la luz de la luna, podía garantizar que ningún hombre se quejaba de conocerlo. Terminó de bañarse y se dispuso a prepararse para esa noche especial, escogió de su guarda ropa un costoso conjunto; un pantalón tan negro que hacía palidecer a la noche, una camisa roja que enaltecia sus pronunciados pectorales, recogió su cabello dorado en una media coleta, ajusto su saco y cubrió sus manos con guantes negros. Descendió de su apartamento y se dirigió a la calle principal para llegar al centro de la ciudad, había un placentero morbo en llevar a cabo sus actos en medio de la muchedumbre.
Sus ojos encontraron a un ángel, un joven de no más de 23 años, su blanca piel llamó su atención desde el primer momento que lo vió, decidió que él sería el siguiente en su lista de presas.
Cómo era de esperarse, el joven lo siguió al callejón más cercano, acercándose más a medida que la luz descendía hasta finalmente quedar delante de Thor. El joven saco de su bolsillo un paquete de dinero que depositó en el saco del apuesto hombre de cabello de oro, Thor no dudo y sujeto al joven por los brazos, girandolo y poniéndolo contra la pared, las caricias de su mano recorrieron el cuerpo  del joven, mientras que su mano restante apenas y podia contener los gritos de placer del joven tapándole la boca con fuerza. El placer fue aumentando a medida que él hacía su trabajo y el joven cada vez se retorcía más bajo su cuerpo, era seguro que el chico de cabello negro no esperaba eso, hasta que finalmente terminó con un agudo gemido de placer del joven rubio mientras que su compañero se desplomaba de sus brazos.
Su primer encuentro de la noche había sido magnífico, aun se encontraba extasiado por los recuerdos de los ojos del joven, que, suplicaba por un descanso, diciéndole con la mirada que ya no soportaba. Salió del callejón y verificó que no hubiera rastros de su desenfreno en la ropa, viendo que limpio estaba, camino nuevamente por la calle hasta que ante sus ojos se reflejo  un chico de cabello negro; imposible, por un momento creyó que era el joven de hace un momento, creyó que estaba muerto pues si alguien los descubría de esa manera no se saldría ileso. Para su fortuna este joven era distinto, la misma piel blanca pero más tersa, el mismo cabello largo de no ser porque este era significativamente más largo, llegando a su espalda y con unos rizos que solo serían propios de un ángel, unos vacíos, pero al mismo tiempo deslumbrantes, ojos verdes lo miraban espectantes, sus pequeños labios rojizos le sonreían y sus pasos le indicaban que lo siguiera, cosa que hizo sin dudar...este sería su segundo chico de la noche.

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⏰ Last updated: Feb 03, 2022 ⏰

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Sous la lune: une nuit parfaite.Where stories live. Discover now