20: Obsesión

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— Yo no ten...

— ¡Me alegro!— sonreí mientras no dejaba de caminar, los pasillos de alfombras púrpuras estaban callados como si hubiesen lanzado un hechizo Muffliato en ellos, pronto ya no hubo nadie allí, no había bullicio, ni conversaciones, ni pasos ligeros. Me concentré en mi legeremancia, en un radar cerca mío por si me cruzaba con alguien, muy pocos eran Oclumantes.

Por lo que note que Harry estaba a unos metros de mi, pero claro, con la capa invisible para que nadie lo viera, y en cuanto me vio fue rápidamente a mi lado pero sin quitarse la capa.

— Tenemos que pensar bien nuestros siguientes pasos— él murmuró.

— Lefay se lo pudo haber llevado también para protegerlo, tú busca en la oficina de Umbridge y yo iré a la de Lefay. Es poco probable pero hay que asegurarnos— murmuré por lo bajo— . No alcance a ver si lo tenía en el cuello, lo puede tener guardado.

Seguimos caminando mientras yo actuaba de no parecer tan nerviosa como me estaba empezando a sentir, torcí a la derecha y Harry a la izquierda, me encontré en un pasillo que no tenía salida, solo una puerta negra y brillante, pulcra y perfecta, allí en una placa de plata y oro estaba escrito el nombre de Alastair Lefay y el escudo de la familia. Morgana a mi lado dio una arcada, murmurando lo vergonzoso que era que él fuera el descendiente directo y no yo. Toqué e inmediatamente apareció una abertura en la puerta para recibir el correo, los papeles o capetas. Sin duda a Lefay no le gustaba que entraran a su oficina sin su permiso.

Pensé en como tendría que usar un hechizo que solo Morgana sabría y de ninguna forma Lefay pudo haber aprendido en su tiempo en la Isla de Avalon.

— ¡Lo tengo!— dijo Morgana después de unos segundos de quedarse pensando, que no me hubiera dicho nada en los primeros segundos hizo aumentar mi paranoia— . Trata con Aliese duru rýne.

Puse mis dos palmas en la puerta, rezando para que funcionara y no lanzara ninguna sospecha o alarma.

— Aliese duru rýne— murmuré y la cerradura de la puerta se abrió con un pequeño click. Suspire aliviada y viendo hacia atrás, asegurándome que nadie me estuviera espiando, entré a la oficina.

Era mas o menos como me imaginaba, bastante grande y en forma de semicírculo, el suelo de lozas negras pulidas y blancas como un tablero de ajedrez, había un montón de libros en un gran estante que solo asumía eran de magia oscura. Un gabinete con copas de plata y cristal junto con whiskey de fuego y vino. En la paredes habían cuadros de terribles batallas y masacres bastante graficas. Fui a la mesa mas cercana, donde estaba con archivadores, tomando los papeles en mis manos, vi el mas grande. La foto de mi cuatro ojos y en grandes letras INDESEABLE N°1, con la recompensa de también 10 000 galeones. 

No solo eso, además habían varias fichas, vi la foto de Hermione que tenía escrito en grandes letras rojas SANGRE SUCIA, y anotaciones de alto riesgo y buscada junto con el nombre de sus padres y la dirección de su casa. Seguí hojeando viendo ahora la foto de Ron en donde decía su estado de sangre pura y TRAIDOR DE LA SANGRE, además de anotaciones como enfermo de spattergroit? Sospechoso y estar alerta en su caso. Estaba incluso la foto de papá con una gran cruz encima y las palabras MUERTO, la tome entre mis manos y la abrazé contra mi pecho por unos segundos antes de soltarlo. 

— Oh dioses— Morgana exclamó, estaba viendo el escritorio principal.

— ¿Que?— Me moví hacia el mueble de caoba tallado enorme que estaba lleno de plumas pergaminos y varios objetos de plata y oro. Morgana apuntó a una daga de oro que estaba incrustada en rubíes rojos como sangre y pequeños diamantes incrustados, aunque podía notar que era antiquísima, parecía nueva por lo pulida y limpia que estaba.

Laila Scamander Y Las Reliquias De La MuerteWhere stories live. Discover now