Capítulo único.

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Por alguna razón que el rubio no terminaba de comprender, había resultado enredado entre las palabras del auto-proclamado 'dios de la sangre' escuchando atentamente la curiosa historia que el desocupado frente a él había inventado, en resumidas cuentas: una novela con su jauría de perros como protagonistas.

—...Dream.

¿En serio tiene tanto tiempo libre este hombre?

—Dream.

Dream no tenía el mínimo interés en la dichosa novela, pero tampoco rondaba por su mente la idea de retirarse.

Un pequeño golpe contra la máscara sonriente del rubio interrumpió su tren de ideas. Con cierta duda sale de su trance y mira confundido al pelirrosa, quien le devuelve un ceño fruncido acompañado de otro golpe de una migaja de galletas, ahora masacradas por las manos de Techno, en la cara.

—Deja de tirarme eso— Se apresura Dream a bajar la mano derecha de Technoblade, quien ya tenía en sus dedos otro trocito de galleta preparado.

—No estás escuchándome— Casi se podía escuchar como un niño quejándose.

—Sí te estoy escuchando.

—¿Qué te acabo de decir?

—Cerdo, no seas dramático. Si te- —Otra migaja en la cara del rubio.

—Qué. Te acabo. De decir.

Dream dejó salir un suspiro largo y pesado, para después admitir recogiendo sus hombros que no había entendido por qué Julieta había amenazado a Romeo de muerte.

Una migaja más dió a parar en la máscara del oji-verde.

—Fue Romeo quien amenazó a Julieta. Llevo todo este tiempo diciendo que Julieta lo tracionó. A ver, otra vez...— Y las palabras se desvanecieron tan fácil como el polvo de la estantería.

Dream debía admitir que le costaba prestarle atención, y Technoblade no tenía ninguna consideración con su invitado. ¿Esperaba que entendiera por qué Julieta había usado a Romeo para quedarse con su fortuna? Ni la simulación que retrataba Techno en el plato de galletas asignándole a diferentes trozos cada personaje, ayudaría a entender la trama. Al contrario generaba una nueva distracción, le daba una excusa para poder apreciar sin reparos las manos del más alto.

Jamás, ni porque perdiera sus vidas admitiría en voz alta lo que pensaba ahora, pero su mente viaja sin vergüenza por las falanges callosas que jugaban gracilmente con los pedazos del bocadillo, llenándose de mínimos trozos de galleta en el acto. Dream podía sentir cómo se le hacía agua la boca de tan solo imaginarse quitar esos trocillos con su propia lengua, mientras delineaba cada pequeña cicatriz que rodeaba las falanges..

Primera cachetada mental que se dió el rubio.

Su vista entonces subió un poco, centrándose esta vez en el dorso de la mano izquierda. Llena de cicatrices más visibles que las de sus dedos, se topo con una mano fuerte y amplia, cambiada levemente de su tono original gracias a las horas bajo el sol y, como cereza del pastel, la adornaban venas que trazaban suaves líneas hacia su brazo. Por XD, Dream sabía que esas manos eran capaces de romper huesos con solo un esfuerzo, pero también estaba seguro de lo cálidas que eran, una calidez que entraña a pesar de que nunca le perteneció. ¿Podría sentir alguna vez esa calidez que emanaban sus manos afuera de una pelea? ¿Podría sentirlas en un contexto más... Íntimo?

Segunda cachetada mental.

Bufo suavemente para si mismo, dejando volar su vista a pesar de la reprimenda interna que se estaba haciendo. Aterrizó en sus brazos, guiado por las líneas de sus venas marcadas, que solo hacían el papel de asegurar el perfecto estado físico del pelirrosa. Para sorpresa de nadie, los brazos del hombre frente suya eran unos de los que cualquiera estaría orgulloso. Definidos y tonificados, aquellos músculos solo llamaban las ganas de Dream de poder ser estrujado entre ellos. ¿Compartirían la misma calidez de sus manos? De seguro que sí.

Solo a ti - Dreamnoblade Where stories live. Discover now