Estocolmo

Capítulo 3

En una de las muchas habitaciones de ese lugar. Yibo estaba retirándose la mascara y bajándose la gorra. Estaba felíz de que su Zhan no lo dejara y cediera un poco.

- Es tan bello, aun asustado es simplemente hermoso.

Se miraba en el espejo, núnca había visto su sonrisa tan pronunciada. Pero no lo podia ver. Era feo y nada más, ese lindo chico no era digno de verlo, y no porque no lo mereciera, no podia verlo porque se sentia horrible.

Yibo, era doble cara en el sentido de que se sentía horrible por lo que le hizó, secuestrarlo y ni siquiera hablarle. Pero a la vez se sentía bien por lo que hizó. Ya no lo espiaria más y estaría con él solo.

Vió la hora, así que se pusó algo comodo y se colocó la mascara de nuevo, salió y bajo a la cocina para prepararle algo a su nuevo inquilino.

Zhan vió como un chico alto y de buen cuerpo bajaba las escaleras, después vió que traia la mascara. Solo pudo abrir su boca sorprendido, más bien lo que le seguía.

Pensó de nuevo en porqué seguia ahi y porqué ese chico jodidamente sexi no se quitaba la mascara. No debía de ser feo.

Salió de su trance cuando el mismo le entregó una hoja.
"¿Qué quieres desayunar?"

- Ah, lo que haya esta bien.

El chico asintió y se metió a la cocina para prepararle el desayuno a él. Pensó en que no era tan malo estar ahí, pero algo no terminaba de agradarle de ese lugar. Será que esa no era la felicidad que buscaba. Él queria algo más que todas las comodidades posibles.

Descartó el hecho de que la comida que le diera tuviera veneno o droga, sino se lo hubiera inyectado desde el inicio.

Amor, eso él quería, pero ¿Cómo se sentia el amor? ¿Qué era eso? Decidió meterse a la cocina y preguntar.

- ¿Sabes qué es el amor o qué se siente?

- Empezó a anotar sin quitar la vista del sarten...

Un minuto después le entrego la nota.

"El amor es la mejor sensación jamás experimentada, sientes que no puedes dejar a esa persona sola, te hace hacer locuras por esa persona aunque salgas perjudicado, eso es el amor."

¿Locuras? ¿Amor? Si bién entendia el porque estaba secuestrado, no terminaba de comprender todo. De tantas cosas que habia leido antes, los secuestros erán para tener dinero, quitar vidas o dar escarmiento.

Pero él tenía todos sus organos en su lugar, hasta cierto punto estaba cómodo, no tenía a nadie que lo reclamara, tampoco dinero y se supone que el secuestrador lo sabía bien, así que, ¿Qué clase de secuestro bonito es este?

Recordó que aun llevaba su ropa, así que buscó en sus bolsillos intentando encontrar su celular. Pero nada.
- ¿Sabés dónde esta mi celular?

- Escribió de nuevo...

"No te lo puedo dar ahora, todavía no se si quieres escapar o no, te lo daré después"

- Al menos hay alguna computadora o tablet?

- Negó.

- ¿Puedo salir a fuera?

- Asintió.

Zhan salió de la casa por primera vez, había un jardín hermoso, vió muchas rosas, el jardín estaba llenó de espinos. Se asomó más lejos y vió que solo habia campo, solo campo y nada más. Rectificó lo que había visto por la ventana hace unas horas.

Contempló un poco más su alrededor. Al menos no había dejado algo importante pendiente.

Sintió una mano en su hombro y brincó volteando a ver al causante. Era ese chico de nuevo, al parecer ya estaba su desayuno. Ambos entraron y fueron al comedor.

No solo tenía un buen cuerpo, también sabía cocinar bastante bien, no mejor que él pero, eso estaba delicioso.

Nada mal, estaba en una casa gigante y hermosa con un chico sexi que sabía cocinar, algo seguía sin cuadrarle. Era demasiada buena suerte para él, ¿No será una broma de algún reality show? No veía camaras.

Yibo solo se dedicó a apreciarlo mientras comía, lo había visto miles de veces, pero ahora estaba saboreando la comida y la estaba disfrutando sin apuros y gestos de disgusto. Se sentía felíz al saber que le gustó.

¿Lo estaba haciéndo felíz? Aún no lo sabía. Su cabello estaba muy largo y alborotado, notó que algunos mechones le estorbaban así que acercó su mano para removerlos gentilmente.

- Trago el bocado - Mm gracias.

- Hizo una pequeña reverencia.