Limerence | YeonGyu

Extra - The adventures of Soobin!

—Me pregunto si te sentirás igual de apretado alrededor de mi pene.

Kai gime ante la idea.

Otro dedo entra y se siente un poco incómodo al verlo quieto. Se medio voltea y su frente cede hacia adelante cuando siente que se enroscan y acarician con tanta experiencia su próstata.

—¡Mnh—♡... Hyung!

Los dedos se retuercen aún más profundo y Huening sufre espasmos cada vez que toca su punto dulce. Soobin ríe al verlo succionar sus dedos con tanta necesidad. Continúa golpeando su conducto una y otra vez hasta que su hinchada próstata se siente hirviendo.

—¡Ah... Ah... Bin ♡!

—¿Está bien así? —las piernas del maknae tiemblan y de su polla brota presemen—. ¿O quieres algo diferente?

—¡Tu polla... adentro...! —jadea. —Por favor...

—Hm... pero has sido malcriado. —Vuelve a detener su tacto—. ¿De verdad crees que lo mereces?

Asiente y solloza.

—¡Ngh... h-hah—! ¡Hyungie!

Kai se aferra a la mesa cuando siente los dedos entrar de nuevo. Está tan sensible que todo su cuerpo se estremece.

—¡Q-Quiero tu... tu polla... ugh...!

Unos cuantos golpecitos más y su pecho se derrumba sobre la mesa. Soobin se percata de que está al borde del orgasmo, y se ve tentado a hacerlo venir solo con sus dedos. Ordeñar su clímax una y otra vez hasta volverlo su bebé necesitado, gimiendo y llorando sin control, con un charco de semen cubriendo su suéter beige.

Sabe que puede hacerlo sin esfuerzo, porque aún es primerizo y él, en cambio, tiene mucha experiencia, pero prefiere darle una lección.

Vuelve a retirar sus dedos y ve con gracia cómo el agujero de Kai se cierra alrededor de la nada con tanta fuerza.

Llora de indignación al volver a verse coartado de su clímax.

—¡Hyung, por favor!

—Dime lo que quieres, bebé. Ruega.

—Lo necesito... —jadea—. Te necesito adentro.

—Realmente puedes actuar así de lindo incluso al borde. Te encanta que hyung abuse de ti como el bebé malcriado que eres. —Lo agarra por el cabello y le obliga a levantar la cabeza—. Admite que estás ansioso por probarme hace tanto tiempo.

Kai asiente, incapaz de hablar.

—¿Serás mi cachorro? ¿Quieres que te críe?

Sin palabras, de nuevo.

—Puedo jugar este tira y afloja todo el día.

—¡Fóllame ya!

Soobin lo ve con ojos inquisitivos.

—¿Puedes darme órdenes?

—No... yo no...

—¿Qué serás entonces? Te daré una última oportunidad.

Está totalmente rojo de la vergüenza, pero no puede aguantarlo más.

—Tú cachorro... y... y quiero que me críes. Necesito que me llenes, por favor.

Bin le sostiene con firmeza por las caderas y se introduce en él de un solo movimiento. Kai chilla cuando la dura erección separa sus pliegues y golpea directo en su punto sensible. Y jura que nunca antes se había sentido así de bien.