Limerence | YeonGyu

Extra - The adventures of Soobin!

Sin embargo, de pronto Choi sostiene su pene sin previo aviso, frotando sus dedos largos sobre la tela. Kai deja escapar un ruido escandaloso y obsceno. Sus bragas están empapadas. Mojado y ansioso, sin escapar de la mirada inquisitiva del mayor.

—¿Estás así de duro por unos azotes, Hueningie? —Sus ojos se abren con falsa impresión. —De verdad te gusta esto, ¿no es así?

Kai tiembla sin poder hablar. El bonito gemido que suelta al Soobin liberar su polla respingada de la tela de encaje es suficiente para confirmar.

—Te gustan los castigos.

—No... A mí no... —solloza con voz temblorosa.

—¿Entonces qué es? Quiero decir, ¿acaso no lo disfrutas? Mírate. De seguro esperabas esto con tantas ansias. —Soobin lo golpea de nuevo y la sensación lo empuja hacia adelante. —Seguiré castigándote hasta que lo admitas, NingNing.

Y vuelve a azotar el área, determinado a quebrar su orgullo. Los brazos de Kai vibran y sus manos se ciernen en puños.

—¡Mngh—!

—Quién diría que nuestro joven maknae era masoquista —se burla con una bella sonrisa—. No puedo creer que haya ignorado lo pervertido que eras. ¡Eres tan lindo! Apenas babeando para ocultarme las cosas.

—No... ¡Ngh—♡! —tartamudea, incluso cuando sus mejillas se sonrojan.

—Incluso si lo niegas, tu cuerpo y tu voz te delatan. Apuesto a que quieres tocarte tanto ahora mismo.

Pasa un dedo por la punta de su cabeza roma y Ning chilla. Todo su cuerpo de repente tiembla por el toque de Soobin.

—¡Hyung!

—¿Uh? —Choi pregunta y vuelve a tocar su glande, apretando con dos dedos. Kai se estremece e intenta frotarse contra su mano, pero él la aleja.

—D-Detente...

Soobin contiene la respiración mientras lo coge por la barbilla y lo inclina hacia sí. Observa sus lágrimas caer silenciosas de sus ojitos café.

—¡Deja de burlarte de mí!

Ay, estaba conmovido y quería detenerse.

Suspira.

—Eres tan perfecto que apenas puedo quitarte las manos de encima.

Kai siente que las manos calientes del peliazul abandonan su trasero colorado y suben por debajo de su suéter crema. Acaricia su cuerpo por los costados y ahueca sus pectorales, frotando y apretando sus pezones rosados y erectos. Se siente mareado al sentirlo tan cerca sobre él, pues puede sentir su aliento sobre el cuello y su entrepierna dura frotándose contra sus glúteos.

Las manos de Soobin se hunden hasta su abdomen plano y dibuja círculos sobre su vientre.

—Justo aquí sentirás mi polla.

El rostro de Kai se enciende y su propio pene se contrae ante esta idea. Soobin ríe al sentir sus latidos acelerarse.

—Qué ansioso.

Entonces sus manos resbalan de regreso a sus glúteos. Aprieta con firmeza la piel allí, jugando con los elásticos de las bragas al enganchar y soltar para golpearlas contra su piel ardiente.

Toca su perineo y acaricia sus sacos, apretando las caras internas de sus muslos, rozando apenas su polla dura y goteante, evitándola.

Kai siente burbujas en el vientre al ser tratado como un animal en un examen rutinario, negándosele el placer donde más lo necesita.