Limerence | YeonGyu

Extra - The adventures of Soobin!

—Rosa entonces.

—Bien. ¿Tienes alguna preferencia?

Kai niega.

—Quiero que lo hagas como más te gusta.

—¿Seguro?

Ahora asiente.

—Comenzaremos por las insinuaciones, entonces. Recuéstate sobre tus codos sobre la mesa, ahora.

Huening siente el cuerpo vibrar por la anticipación de aquella voz demandante. Si pensaba que Soobin dando instrucciones como líder era caliente, estaba tan lejos de asemejarse a esta instancia.

Entonces cierra la boca y obedece. Baja el torso y mantiene los codos apoyados en el escritorio con el trasero expuesto hacia los ojos de Choi. Sigue viéndose dulce, como un mocoso castigado, aunque aquello no es impedimento para que Soobin se deshaga de su pijama.

Hay algo incuestionablemente erótico en verlo temblar de esa forma, con sus glúteos bien redondos y las tersas piernas apenas separadas.

El peliazul sonríe al ver que, en efecto, Kai no mentía cuando le había contado que compró ropa interior de encaje para sentirse bien consigo mismo. En ese entonces no lo cuestionó, pues le pareció adorable imaginarlo descubriendo sus gustos.

La respiración de Kamal se entorpece cuando siente un pulgar acariciar su mejilla trasera izquierda, pálida y suave, ansioso por verlo marcado.

—Serán quince azotes por faltarle el respeto a tu líder.

Kai pasa saliva, pero se queda inmóvil.

Incluso si estaba consciente de la acción, no fue impedimento para soltar un grito cuando la mano de Choi rebota con fuerza. Una bofetada que resuena en la habitación al momento de impactar. Soobin puede ver qué se comienza a teñir de rojo el área donde su mano conectó, y apenas era el comienzo.

Qué fácil enrojeces.

Huening ahoga un chillido al segundo golpe, tan fuerte como el primero, pero sin ser capaz de moverse, quieto en la posición que le fue asignada.

—Qué ruidoso.

Ning se sonroja.

Intenta hacer un esfuerzo por quedarse en silencio cuando recibe la advertencia, pero en cambio, sus piernas comienzan a temblar al sentir los azotes caer uno tras otro. La tensión que se forma en su columna delata el dolor que recorre su cuerpo. La humillación florece en sus mejillas cuando siente que Soobin lo castiga como a una escolar adolescente.

La mano de Choi baja y Kai deja escapar un gemido. Su trasero se encuentra colorado. Un fino rastro de saliva baja por su mentón y un leve brillo humedece sus ojos.

Otro azote y Huening cae hacia adelante, sus rodillas comienzan a temblar. Su aliento sale en un sollozo por cada golpe que recibe.

Lo siente cerca y escucha su voz ronca preguntar: "¿Cuántos más puedes tomar?". Su aliento choca contra su oído.

Los quince azotes lo dejan hinchado y rojo. Se estremece y parpadea para limpiar las lágrimas de sus ojos.

—Abre más las piernas, bebé.

Cumple sin hablar y vuelve a recibir un golpe. Y otro. Y otro.

Soobin se deleita con los débiles sollozos adorables de su polluelo y la expresión tan lamentable de su rostro.

Otro azote. Sus brazos amenazan con ceder por completo y sus codos se tambalean. Su piel está tan roja y expuesta, que es simplemente hermoso así, rendido ante su líder.