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- Dime tu nombre y edad- hablo el señor mientras estiraba su bata.

- Lalisa Manobal 19 años- respondí

El apuntaba todo en un cuaderno. Mientas mi mirada estaba en el bonito recuadro de la pared.

- sabe porque está aquí, ¿verdad?

- si....lo sé- suspiré.

El asintió.

- cuéntame Lisa como la conociste?- me miró detenidamente.

- fue en unas vacaciones de verano....

***

Comenzaron las vacaciones, mis padres habían decidido que iríamos a pasar el verano en casa de la abuela.

- Lisa empaca todo después no te quejes si se te olvida algo- advirtió mi padre.

Yo no era una persona muy sociable por lo que decidí empacar mi Nintendo switch. Decidí que me la pasaría jugando todo el verano para superar a Jisoo en nivel.

- LISA!- grito mi padre.

- ¿si?- pregunté.

- ya estás lista?! Nos tenemos que ir ahora porque tenemos 6 horas de viaje y no quiero dormirme en el camino- dijo mi padre.

- ya tengo todo listo- sonreí.

- que son esos gritos? Ya están listo los dos, ¿Verdad?- preguntó mi madre.

- si- dijimos al mismo tiempo.

Cuando mi padre subió la última maleta, se retiró a sentarse en el asiento de conductor. Me miró desde el retrovisor esperando ver si había olvidado algo pero para su sorpresa y la mía, yo no me había olvidado de nada o bueno eso pensaba en ese momento.

- bueno familia que empieze nuestras vacaciones!- ánimo mi padre.

En Todo el camino yo me dedique a escuchar música ya que las pláticas de mis padres iban dirigidas sobre que iban a hacer ellos, obviamente yo no estaba tan incluida en sus planes.

Cerré mis ojos un momento y sin darme cuenta me dormí profundamente.

-...a
-..sa
-.isa
-lisa
- LISA!

Abrí mis ojos un tanto asustada.

- ¿Que paso?- le pregunté a mi padre.

- ya llegamos, te estoy llamando pero no despertabas.

Baje con una mirada de pocos amigos era un poco más de la media noche. Ayude a mis padres a bajar las maletas, llevamos lo suficiente para estos 2 meses.

- Listo ya podemos descansar- hablo animadamente mi madre.

Asentimos, mi abuela nos saludo y nos indico nuestras habitaciones. Cómo la habitación de invitados sería ocupada por mis padres,decidieron que me quedara en la casa de la piscina, yo trate de reprochar pero mi padre me aseguro que me encantaría.

Caminamos por detrás de la casa y ahí se encontraba a unos 10 metros de distancia. Cuando entre a la casa de la piscina era como un pequeño departamento. Me encantó, era tan a mi estilo sin duda amaría vivir ahí, cuarto propio, baño propio, cocina propia y una pequeña zona de ejercicios.

- bueno te dejo, ahí tienes todo, descansa hija- beso mi frente y salió rumbo a la casa.

Desenpaque mis cosas y saque mi Nintendo switch pero al prenderlo me di cuenta que tenía poca batería.

Mierda.

Me puse a buscar en todas mis maletas y nada, no había traído el maldito cargador, bufé molesta y decidí salir un rato para tomar un respiro.

Al costado de la casa de la piscina había una puerta, podía escuchar el mar desde ahí, así que decidí pasear un rato por la orilla de la playa. Abrí la puerta y salí. La vista era hermosa, oír las olas del mar era tan relajador hasta había olvidado lo enojada que estaba por no traer mi cargador.

Camine un rato hasta que detrás de una gran roca oí unos llantos.

Mi primer instinto fue salir corriendo, pero me detuve si alguien lloraba seguro era porque algo había pasado. Con mucho miedo me acerqué a la roca y la rodee.

Vi a la chica más bonita del mundo, sus ojos reflejaban tristeza, cuando se dió cuenta de mi presencia se alarmó. Me lanzó su sandalia que rápidamente calló en mi cara.

- mierda! Duele- me quejé.

- Lo siento....es que me asustaste- dijo tímidamente.

- no te preocupes yo tuve la culpa, por cierto soy Lisa- extendí mi mano.

- Jennie- respondió.

Jennie un bonito nombre que sin duda no olvidaría. Sonreí y me pregunté ¿porque lloraba?

- bueno señorita Jennie, ¿que hace a estas horas aquí?- pregunté.

Me sorprendió tener la valentía de hablarle, normalmente yo no hablaba con gente desconocida o bueno en general con las personas.

- necesitaba despejar mi mente- sonrió falsamente. Levantándose de la arena.

- ¿y tú?- preguntó.

- pues necesitaba un respiro- alcé los hombros.

Ella se rió suavemente, se separó de la roca y recién en ese momento pude apreciarla mejor. Castaña, con ojos miel con mirada gatuna, debe medir unos 1.60, delgada.

Pero algo captó mi mirada, tenía el labio partido y unos moretones en los brazos. Recién ahí me di cuenta que no traía una casaca y el frío se podía sentir aún estando abrigada.

- ¿Que te paso?- pregunté alarmada.

- nada- intento ocultar su brazos.

Me quite mi casaca y se la puse.

- vamos- la tome de la mano y la lleve hasta mi casa.

- no, no quiero incomodarte además tus padres seguro se enojaran- dijo tratando de soltarse de mi agarre.

- no me importa además ellos no dirán nada- abrí la puerta por la que salí. La guíe hasta abrir la casa de la piscina.

Pude ver cómo se relajaba de no ver a nadie ahí, la senté el en sofá y entre al baño a buscar el botiquín.

- pero ¿quién te hizo esto?- pregunté mientras limpiaba la sangre de su labio.

- Auch- dijo.

- lo siento es que debo limpiarlo- seguí limpiando lo con algodón.

- fue mi madre

***

- entonces ¿desde ese momento sintió algo por ella?- preguntó el psicólogo.

- si pero no será hasta más adelante que me doy cuenta.

- los golpes que tenía ¿eran muy notorios?- me miró fijamente.

- si, los golpes fueron empeorando desde ese día o bueno recién yo veía su evolución.

- ¿llegó a conocer a su madre?- se acomodó en su silla.

- si, pero aún no llego a esa parte.

Asintió y volvió a tomar nota.

- prosiga señorita- hizo un ademán con su mano.

Suspiré y asentí.

Esto iba a ser largo.

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Wenas aqui una nueva historia será corta,espero que quede bien :3 trataré de actualizarla seguido.

A La Orilla Del Mar - JENLISA G!PWhere stories live. Discover now