Herman muere y va al infierno...
Herman: ¿Dónde estoy?
???: ¡Bienvenido al Infierno!
Herman: ¿Y tú quién eres?
???: Seré quien elegirá tu castigo en algunos de los nueve pisos del Inferno.
Herman: ¿Minos?
???: ¿Qué? ¡No! ¡Soy Angélica! ¿Qué tal, Herman? Me encanta como luces con esos cuernos 👍
Herman: ¿Y tu que haces aquí? ¿Que Minos no es el que castiga a las almas pecadoras?
Angélica: Sí, pero fue atender unos asuntos con mi padre y me dejó a cargo.
Herman: ¿Ok? ¿Y por qué estoy pecando?
Angélica: ¡Por ser avaricioso toda tu vida! - Saca un libro empolvado y lo deja sobre un gran escritorio -
Herman: ¿Qué vas hacer con eso?
Angélica: ¡Elegir tu castigo! - Sopla el polvo del libro y cae en toda la cara de Herman -
Herman: ¡Cofcofcofcof!
Angélica: Según el reglamento número 120 del artículo 80 del libro de los Castigos Sagrados en el versículo 75 dice "Que aquellas almas que pecaron con la avaricia y prodigalidad son castigadas en el cuarto círculo del Infierno"
Herman: Oh... ¿Y cuál es mi castigo?
Angélica: Tendrás que cargar grandes pesos a lo largo del círculo en dirección apuesta a los pródigos, cuando choques con ellos tendrás que dar la vuelta, hasta chocar de nuevo con ellos y así.
Herman: Mierda...
Angélica: Si no te gusta ese, tenemos otras opciones también. - Pasar página - ¿Qué te parece el de nadar en un mar lleno de pirañas que te despedazaran lentamente?
Herman: No sé nadar.
Angélica: Entonces, el de ser utilizado como el juguete para masticar de Cerbero.
Herman: Soy alérgico a los perros.
Angélica: ¿Y el de ser encerrado en un espejo para toda la eternidad? Luego serás vendido en una subasta.
Herman: Tengo claustrofobia.
Angélica: Entonces buscaré otro castigo para ti.
Luego de leer todo el libro...
Angélica: Ya leí todo el libro, y no te gustó ningún castigo... Así que tendré que elegir uno al azar.
Herman:...
Angélica: Y ese castigo será... ¡Escuchar música de Kuno por siempre! :D
Herman: ¡No! D:
Angélica: ¡Sí!
Entonces dos demonios grandes agarran a Herman de los brazos para que no huya.
Angélica: ¿Tienes unas últimas palabras antes de sufrir por el resto de la eternidad?
Herman: ¡Quiero irme de aquí!
Angélica:... ¡Ok! :3
Aparece una puerta de la nada...
Angélica: Esa es la salida, te llevará al mundo de los vivos :3
Herman: ¿Me estás tomando el pelo...?
Angélica: ¡No! Es en serio, te vas por ahí y regresas a Inkwell.
Herman:...
Angélica: Pero a cambio debes jugar conmigo TODOS los días, es eso o escuchar música de Kuno.
Herman: ¡Ok!
Angélica: ¡Hay que darnos la mano primero!
Herman: ¿Para qué?
Angélica: ¡Para cerrar el trato, tonto!
Ambos se darían la mano causando un molesto destello rojo en el proceso, ahora Herman tenía una marca con forma de equis en la palma de su mano derecha.
Herman: ¿Eso es todo?
Angélica: ¡Sí! Ahora puedes irte.
Lo sueltan y él camina hacia la puerta.
Angélica: ¡Adiós! :3
Herman: ¿Adiós...?
Y así es como Herman escapa del Infierno épicamente.
