🪓 ━━━ ❝ Por que tú eres la lluvia de luz que necesitaba en mi tormenta. ❞
🩻┃En donde Stella gracias a su prima tiene que trabajar con las luciérnagas, e inconscientemente la llevan a juntarse con los contrabandistas Joel y Tess.
- ¿Que hace ella...
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❝ UN DÍA NORMAL ❞
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EL DÍA ESTABA MÁS FRÍO DE LO NORMAL PERO HABÍA SOL lo suficiente para quemarte la piel. Aun que pudieras decir algo al respecto, serías totalmente ignorado por todos en el lugar con tal de no ser castigado por FEDRA.
Y es que todos en el lugar ya se habían acostumbrado, no solo en el ambiente en el que estaban: Basura, grafitis, gente en la calle y el puro olor de gente muerta quemada. Además de las explosiones y los disparos entre las luciérnagas y los de Fedra cada cierto tiempo.
—¿Que es lo que tiene? —Preguntó una castaña cruzándose de brazos mientras miraba como una adolescente estaba en una de las camillas golpeada.
—Se peleó con otra chica en la cancha mientras entrenaban. —Respondió acercándose a la mujer—. Le dio una paliza.
—Por lo que veo de sus heridas desde aquí, fue brutal. —Sonríe—. ¿Donde está la otra?
—Recibiendo un "castigo" con el general. No es la primera ni la última, Stella.
La mencionada asintió. Al parecer la chica que habían golpeado era alguien importante en el sector por lo cual necesitaba otro tipo de "trabajos" especiales. No solo las medicinas que tenían. Necesitaban las más fuertes para que se recuperara más rápido y eso era solo con Stella y sus medicinas.
—¿Como se llama la otra chica? —Preguntó al guardia, puesto que la chica estaba anestesiada.
—Ellie, Ellie Williams.
—Pues esa Ellie debió dejar fluir todo su odio y estrés hacia esta chica para dejarla anestesiada. Entiendo que es importante pero...
—Stella, todos aquí entendemos tu situación y por el cual nadie te hace daño.
—¿Que estás insinuando? —Se levantó a la defensiva, aún sin verlo—. ¿Por que ese cambio de tono?
—Todos saben que trabajas con las luciérnagas, Stella. No es que ellos traten de ocultarlo. Incluso si quisiéramos hacerte daño, a nadie le beneficia que estés muerta.
—O encerarme.
—Lo han considerado, créeme. —Eso fue lo suficiente para que la ojiazul por fin lo volteara a ver.
