La mujer del año

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Me dirigí donde estaba Mónica con Elena y Lolo, no podía parar de sonreir como ella cuando me vió

V.- Mónica Carrillo, ¿Te has visto?

M.- Je, je , je, hola Vanesa Martín.- dije y le di un par de besos

E.- Ha ido todo genial Mónica, muchas gracias por salvarnos la vida hoy, te estaré siempre agradecida

M.- Ha sido un placer Elena, un gustazo poder llevar este vestido y poder presentar el evento, muchas gracias a ti

E.- Tienes la habitación hasta mañana, ¿Vale? en cortesía por tu ayuda de hoy

M.- Oh, pues muchas gracias, además así te dejo allí el vestido, las joyas y todo, ¿Te parece?

E.- Perfecto, disfrutar chicas

V.- Gracias

M.- Bueno ¿Qué?

V.- ¿Qué?, creo que la que me tiene que dar alguna explicación eres tu ¿No?

M.- Je, je, je, si creo que si, pero vamos a mi suite que no puedo más con estos tacones

V.- Pero ¿Te has visto?

M.- Si.... me han dejado muy guapa la verdad

V.- Madre mía, cuando te has girado en el escenario casi me da un infarto

M.- Ay como eres, venga llama al ascensor

Ya dentro del ascensor... con el botones...

Botones.- ¿Señoritas? ¿Planta?

V.- Tercera

M.- Cuarta

Bot.- Perfecto

El botones dándonos la espalda, y yo tocándole el culo a Vanesa con suavidad y subiendo mis dedos por su espalda, ella quitándome la mano con la suya y yo sin poder parar de hacerlo y de reirme por lo bajo.

Llegamos a la tercera planta y se gira..

V.- Espérame vestida, recojo lo mío y subo en 10 minutos

M.- Que sean cinco.- le dije guiñándole ojo, ella sonrió y se fue pitando

V.- Voy volando, madre mía, ¡Madre mía!

M.- Ja, ja, ja.

El botones nos miraba a la una y a la otra, hasta que ya comprendió y sonreía abiertamente junto a nosotras.

Ya en mi habitación me quité los tacones pero para el vestido necesitaba ayuda, esperaría a Vanesa que subiera, suite en el Ritz, cesta de frutas y sandwiches, vino, Chanel, Vanesa y yo, la noche prometía.... y mucho....

Narra Vanesa

Recogiendo mi habitación a doscientos por hora, le regalaban a Mónica una suite en el Ritz, jamás hubiéramos dormido en un hotelazo de tantas estrellas. 

Con una mirada me dijo que la teníamos que aprovechar y por supuesto me apuntaba al plan, la última vez que dormimos en un hotelazo así fue en el Four Seasons.

No me dejaba nada, seguía vestida como para la gala, de nuevo en el ascensor con el botones.

V.- A la..

Bot.- Cuarta, habitación 417

V.- Je, je, gracias

Bot.- Tengan, detalle de la casa

V.- Oh, bombones, muchas gracias, ¿Te llamas?

Bot.- Carlos

V.- Muchas gracias Carlos

Bot.- Difrutad de la noche, es una suite preciosa

V.- Gracias de nuevo

Llame a la puerta y Mónica me abrió todavía vestida pero ya sin sandalias

V.- ¿No has aguantado?.- dije mirando hacia sus pies

M.- No podía más

V.- Bueno pero me vas a contar que haces aquí, no me has dicho nada, eres una brujilla

M.- Ha sido todo muy rápido y así de paso te daba la sorpresa

V.- Me he quedado con la boca abierta, alucinada

M.- Ven, vamos a la ventana, hay unas vistas muy bonitas a la plaza y te cuento todo...

Abrazadas viendo la noche madrileña le conté como había sido todo, la llamada de Violeta, mi respuesta afirmativa, la alegría de Elena por salvarle el culo, como Sole me maquilló y todo lo demás hasta llegar a la presentación.

V.- Madre mía Carrillo, eres una crack, ¿Photocall?

M.- No, de eso me libré ¿Tú?

V.- Yo tuve photocall y con preguntas

M.- ¿Yo?

V.- Sólo una reportera de estas de telecinco, ¿Qué donde te había dejado?, mira si le digo que en casa con el perro, ja, ja ,ja.

M.- Ja, ja, ja, te coronas con la respuesta

V.- Y tanto

M.- ¿Me desnudas?

V.- Hombre, si me lo pides así....pero me da un poco de cosa, cada piedrecita del vestido costará un riñón

M.- Tiene detrás unos corchetes y después es una cremallera que baja hasta el culete

V.- Si, ya la veo

Vanesa fue quitando los corchetes del vestido y de paso fue dejándome besos por toda la espalda, bajó la cremallera y masajeó mi culete mientras yo me iba quitando las mangas del vestido, con cuidado entre las dos lo dejamos colgado de la percha y le pusimos el protector, deje las joyas en su estuche y las sandalias en su caja, todo en orden para que a la mañana siguiente se llevaran todo de nuevo.

Así me quedé en body lencero frente a Vanesa que no me quitaba ojo de encima....

M.- ¿Quieres cenar algo? Tenemos...

V.- Si quiero, si...

M.- ¿Qué te apetece?

V.- ¿Tú que crees?

M.- Me hago una idea....

V.- Pues venga, quítame tu ahora a mí el vestido para que no se arrugue y lo dejamos también colgado

M.- A sus órdenes

Quedamos en igualdad de condiciones, mirándonos fijamente, Mónica subiendo la ceja como ella solo sabe hacer cuando quiere algo de mí, yo con todas mis barreras bajadas cuando su cuerpo me abre la puerta.

Comenzamos a besarnos despacio con suavidad, primero sin lengua solo picos y después ya explorándonos enteras, nuestras lenguas buscándose, nuestras manos ya desatando bralletes, bodys y dejando nuestros cuerpos desnudos.

En esas...

V.- ¡Camarón!

M.- Eh... que.....

V.-Camarón... estará...

M.- Apañado, Camarón lo he dejado apañado antes de venirme

V.- Ay mi Moni, si es que piensas en todo, yo el mejor premio me lo llevo yo

M.- Ah si

V.- Si, si, con la mujer del año

M.- Ay como eres Martín

V.- ¿Cómo soy?

M.- Especial, muy especial, venga bésame

V.- Voyyyyy

La tarde había empezado muy bien pero ni en mis mejores sueños hubiera pensado que la noche acabaría así, haciendo el amor con mi mujer en una suite del Ritz, con las luces de Madrid entrando por la ventana, con un vestido de Chanel observando el panorama y como no con la mujer del año, mi mujer, sola para mí.

Siempre, 7 veces si.Where stories live. Discover now