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—Bienvenidos. Soy el Anciano Burke. —El Anciano se detuvo, como si esperara algo. —Quiero agradecerles a todos ustedes, por estar aquí esta noche. Esta es una ocasión memorable para nosotros. Han pasado veinticinco años desde que terminó la Gran Guerra entre todos los paranormales, llevándose con ella una gran parte de nuestra población.

Harry Styles miró a su alrededor, cuando la habitación quedó bajo un silencio mortal. Era extraño, considerando cuanta gente había parada en el salón. La esquina de su labio se crispó. Odiaba las multitudes.

—Me gustaría que todos hagan un brindis conmigo, en memoria de aquellos que perdimos. —El Anciano alzó su copa de champaña y esperó a que toda la multitud sostuviera las suyas. —Jamás los olvidemos.

Alzó su copa y bebió todo el contenido. No es como si se fuera a emborrachar por una sola copa de champaña. Haría falta más que una botella, para emborracharlo.

—Como he dicho, esta es una ocasión memorable para todos nosotros. En los veinticinco años, desde que terminó la Gran Guerra, la United Paranormal Alliance of Cooperation1 ha estado observando y esperando. No esperaremos más.

1Alianza Unida de Cooperación Paranormal.

—La pelea entre especies debe parar —dijo otro Anciano que usaba una larga túnica blanca, mientras daba un paso al frente. —Los humanos saben de nosotros, y han aprendido a aceptarnos entre los suyos. Sin embargo, su tolerancia sólo durará un tiempo. La lucha constante entre las comunidades paranormales, ha llegado bajo su escrutinio. Ya no tenemos el lujo de observarlos resolver sus propios desacuerdos.

—El Anciano Lukas está en lo correcto —dijo el Anciano Burke, mientras hacía un gesto hacia el otro Anciano. —Ya no seremos indulgentes, esperando a que terminen sus mezquinas disputas. Como tal, hemos tomado medidas para asegurarnos de que tomen su lugar entre nuestra sociedad.

Miró a su alrededor, cuando la inquietud de la multitud comenzó a crecer, todos se miraron unos a otros, mientras el silencio pendía sobre ellos. El Anciano Burke gesticuló hacia la copa, que había puesta sobre la mesa

—Todos han hecho el brindis conmigo. Como tal, ahora están atados a los convenios que pusimos ante ustedes.

—Cada uno de ustedes tiene veinticuatro horas para encontrar y reclamar a su pareja —dijo el Anciano Lukas. —Si fallan a la hora de reclamar una, dentro de veinticuatro horas, y traerla a ella o él frente a este Consejo para ser reconocido, no tendrán una. Se volverán salvajes dentro de una semana.

Su mandíbula cayó abierta. No podía creer lo que estaba escuchando. Vino a la Gran Reunión porque se lo habían ordenado. Si hubiese sabido de los planes del Concilio, se habría quedado en casa.

—A causa de que continúan peleando entre especies, no pueden reclamar a una pareja de la misma raza —dijo el Anciano Burke. —Deberán reclamar una pareja fuera de su propia especie.

—Si fallan a la hora de traernos una pareja ante este Consejo al filo de la medianoche de mañana, serán perseguidos y ejecutados como un paria.

—Para asegurarnos de que encontrarán una pareja, se ha añadido algo especial a la poción que han bebido cada uno de ustedes. Eso asegurará que la necesidad de aparearse fuera de su especie supere su necesidad de pelear. Es un aditivo particular que induce el calor de apareamiento, en cada uno de ustedes. No serán capaces de negar la necesidad de aparearse.

—Y sólo en caso de que crean que puedan tratar de romper el hechizo, — dijo el Anciano Burke, —hemos añadido una pequeña clausula especial. Cualquiera que intente negar los convenios de su hechizo, será maldecido inmediatamente acorde a su propia raza. Los vampiros ya no serán capaces de beber sangre. Los cambiaformas ya no serán capaces de cambiar. Los usuarios de magia ya no serán capaces de hacer magia, y así sucesivamente. Estoy seguro de que entienden mi punto.

Escamas y una colaWhere stories live. Discover now