Capítulo 6.

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Creo que sí debí traer un abrigo conmigo esta vez, pero no, eso no importaba porque no era yo, era Ruth.

Llegamos a una de las recidencias fuera de la ciudad, las más privadas y prestigiosas muggles, aún seguía detrás del volante.

Un par de muggles nos detuvieron antes de entrar, un gran portón blanco impedía nuestro seguir que ocultaba las prominentes luces de adentro.

Baje el vidrio de mi puerta, ambos iban vestidos en negro con botas, y lo que parecía ser un arma muggle cargando.

—Nombres. — ordenó. Pude analizar su rostro con rapidez, su tez morena.

—Ruth. — sonreí. Tuvimos el tiempo limitado para conocer con exactitud a nuestros personajes, gestos, lunares, forma de habla, la conocía incluso más de lo que ella podría conocerse a diferencia de la persona con la cual es mi superior a un lado. — Y mi esposo Aaron. Somos el matrimonio Johnson. ¡Estamos en la lista! — rechine.

Ron solo les dio una mirada.

—Son órdenes. Sin expeciones.

—¿Acaso no sabes quién soy? — replique.

Hice mi mayor esfuerzo en no torcer los ojos, ¿es enserio? no puedo creer que tenga que actuar así, me esfuerzo por no vomitar.

El otro muggle que estaba con él, le susurro al oído.

—Adelante, disculpe las molestias señora Johnson. — dijo con rapidez, incluso sono nervioso.

Enseguida el portón frente a nosotros se abrió, estacione el carro junto a los demás, no había ninguno que no fuera de lujo, ni el más mínimo rayado encontrarías, y el de los Johnson no se quedaba atrás.

Baje del coche al igual que Ron, en realidad me está empezando a gustar este vestido, aunque es de noche el frío para nada se siente, hace calor y es una gran fiesta.

Ron ahora Aaron, es de una barba cerrada y grandes cejas, pelinegro completamente, lleva el tatuaje compartido detrás de la oreja que cae hasta su cuello.

El mio está en mi espalda abajo que con la abertura del vestido todo el mundo es capaz de verlo.

—Toma mi brazo. —Ron me lo ofreció antes de entrar.

Lo tomé, aunque no estaba sue do caballeroso sonó más como una orden no podía ser tan malo ya que ahora ya no veía su rostro o escuchaba su voz.

Es tan fácil diferenciar a los muggles de los magos, ellos mismos se encargan de hacerlo notar. Después de la boda, y firmado el trato, los muggles se verán más confiados.

Estamos aquí para adquirir cualquier información acerca de las cabecilla y sus planes y hacer lo posible por pararlos antes de que den un paso más que nosotros, el de mayor edad Reece y su hijo Phillip Avery.

No hay rastro de ninguno, no veo a la novia de la cual se supone que soy mejor amiga, soy la peor de todas o Ruth lo es, me hizo recordar a Einez, ella si es la mejor amiga que podría haber deseado.

Todos llevan copas en sus manos, bolsos y zapatos costosos. Puedo notar a los meseros infiltrados.

—¿Haz visto algo? — le pregunté por lo bajo.

—Aún nada, pero no han de tardar. Mantente alerta y acércate más a mi, somos esposos el día de hoy, después me tendrás lo más lejos posible.

—¿Es por qué va a dejar su puesto como Auror o por qué realmente me quieres lejos de ti?

—No confío en tu gente, por más arrepentidos que esten, ese tipo de magos nunca cambian.

—Me alegra ser la razón de la cual se vaya a ir.

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