N u e v e

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Todos queremos a alguien.

Yo no quiero a nadie a menos de que ese alguien seas tú, se vea como tú y se sienta como tú.

Bonita, aún tengo la esperanza de que me perdones, por más lejano que ese instante sea.

Con los ojos cerrados sigo implorando que llegue el día en que puedas perdonarme.

Continúo suplicando tu perdón; el acontecimiento que me dará paz y alivio.

Disculpa tanta súplica.

Ben.

El porqué de tu perdón [Con dolor #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora