12. No hablamos de Bruno

Start from the beginning
                                    

- U-uhm, creo que había... Había escuchado algo de eso, p-pero fue solo una vez

- Sí, bueno, sería raro que supieras mucho de eso...

El chico dejó las tablas a un lado y se puso de pie, pasándose brevemente las manos por el cabello.

- Porque por aquí no se habla de Bruno. Una explicación más práctica lo hará más fácil, así que... ¿Me permites?

El chico extendió su mano hacia mí con una sonrisa nerviosa.
No entendía muy bien... Pero si Camilo me está ofreciendo tomar su mano otra vez, claro que voy a aceptar.

Apoyé mi mano sobre la suya, él de inmediato me sujetó gentilmente y me hizo ponerme de pie.
Solo entonces me de cuenta de que había dejado a mi Camilo entre las almohadas, pero cuando me quise girar a recogerlo la iluminación de la habitación cambió de golpe, limitándose a iluminarnos a Camilo y a mí.

- ¿L-la luz...?

- Si, espero que no te moleste si me quiero lucir un poco contigo

El chico me sonrió, claramente emocionado, con un leve sonrojo en sus mejillas.
Sí me lo pide de esa forma no hay manera de que me niegue... Y bueno, creo que aunque me hubiera molestado tampoco me habría podido negar.

- ¡P-para nada! Adelante

- ¡Genial! Tú solo relájate, y déjame guiarte

El chico pasó a sostener mis dos manos con las suyas, y eso me dió un pequeño corto en el cerebro que tan solo me permitió asentir torpemente.

- Entonces, ¿Por dónde empezar con el tío Bruno...? Él recibió un don, igual que el resto de la familia, pero el suyo era bastante... Especial, en otro sentido diferentes. Por no decir que era aterrador

El chico cambió repentinamente la manera en que sostenía mis manos, pasando a sostenerme por una mano únicamente y haciéndome dar una pequeña y rápida vuelta en mi sitio al alzar el brazo en un fluido movimiento.

El aturdimiento y la sorpresa de eso me duró apenas un momento, ya que no me tomó mucho darme cuenta de que Camilo había aprovechado eso para desaparecerse entre las sombras del resto de la habitación.
No lo veía, pero podía escuchar su voz, e intenté girarme hacia donde lo escuchaba conforme me parecía que se movía de sitio.

- Él veía el futuro, tenía visiones de personas de la familia y del pueblo pero en ella no veía más que desgracias para todos por igual. Siempre se cumplían, y desde el momento en que lo escuchabas decir tu nombre terminabas temblando al despertar de las pesadillas que tenías con tu sombrío futuro... Pero, si había algo que diera tanto miedo como su don... Era el propio tío Bruno. Él era alto, con unos brillantes y aterradores ojos verdes que parecían ver  directamente a través de tu alma...

Escuché unos pocos ruidos, como pasitos, y me giré justo a tiempo de ver un vibrante destello verde entre la oscuridad.

- Caminando siempre encorvado, con una expresión de terror en su rostro y ratas subiendo por su espalda

Sentí unos rápidos y breves toques ascendiendo desde la base de mi espalda hasta mi nuca. Probablemente en otro momento eso me habría dado miedo pero sabiendo que era Camilo quién estaba haciendo todo me daba más vergüenza que otra cosa.
Aunque he de admitir que la oscuridad si me pone inquieto.

Me giré de inmediato para enfrentarlo, pero esta vez sí que me llevé un buen susto ya que al girar no me encontré con Camilo.
Las luces cambiaron de golpe de nuevo, esta vez alumbrando con un aura verde la figura que estaba detrás de mí.
Un hombre alto y encorvado, de oscuro cabello ondulado y canoso. Su barba era escasa y descuidada, su vestimenta estaba gastada y sucia, y sobre unas marcadas y hundidas ojeras en su rostro un par de intensos ojos verdes que parecían brillar por sí mismos me miraron con atención, mientras una aterradora sonrisa se lucía en su rostro pálido.

Camaleones / - Camilo X Male Reader -Where stories live. Discover now