Capítulo 2.

527 65 5
                                    



"¡Esto es una abominación!" Escuché a mi padre gritar desde la cocina mientras yo bajaba por las escaleras. "¿Qué vamos a hacer, Sachiko?"

Me acerqué silenciosamente a la cocina para escuchar un poco más su conversación. Me asomé por la puerta y desde la ranura pude ver a mi madre cruzarse de brazos y fruncir el ceño pero no dijo ni una palabra.

"Siempre supe que había algo mal en esa chica Chaeyoung" mi padre comentó y yo me tensé al escuchar el nombre de mi novia. "Le dije a Han-jong que su hija no era normal, pero él no hizo caso."

Mis manos comenzaron a temblar fuertemente y un sollozo se salió de mis labios.

"¿Mina?" Preguntó mi madre pero no respondí, tapé mi boca con fuerza y traté de no hacer ningún ruido. "¿Mina estás ahí?" Mi madre se acercó a la puerta y la abrió completamente, dejándome al descubierto ante mis padres.

"Lo siento, yo..."

"¿Qué te he dicho sobre escuchar conversaciones ajenas, Mina?" Mi padre se acercó a mí y me miró furioso.

"Es que... Yo..." Me puse más nerviosa que antes. Odiaba eso pero mi padre siempre ha ejercido ese efecto en mí.
"¡Vuelve a tu habitación y prepárate para ir a la iglesia!" Me gritó a la cara y me empujó de la cocina.

Subí de inmediato a mi habitación y cerré la puerta con seguro tras de mí.
Estaba demasiado nerviosa como para odiar a mi padre, solo quería saber que había pasado ahora con Chaeyoun... No podía permitir que la enviaran a otra ciudad, no podía dejar que alejaran al amor de mi vida.

Sin Chaeyoung en la ciudad yo no soportaría mucho, y ella, dentro de ese colegio religioso de seguro perdería la cabeza.

Lloré pensando en nuestra relación, ¿Por qué las cosas no podían ser diferentes? Todo sería más fácil si Chaeyoung y yo pudiéramos huir de aquí y ser felices juntas, sin ocultar nuestro amor. Tal vez podríamos ir a Seúl, escuché a mi padre decir que muchos homosexuales vivían ahí.

Podríamos irnos una noche sin dejar rastro, sin dar explicaciones y solo concentrarnos en nuestro amor. Yo podría trabajar en algún periódico y Chaeyoung podría cumplir su sueño de ser artista. Podríamos ser tan felices juntas, sin ocultar nada.

Pero yo era muy cobarde para hacer eso, yo no era como Chaeyoung. Tenía miedo del mundo exterior y de las cosas que nos podrían deparar.

Tal vez si fuera un poco más arriesgada... Tal vez si fuera un poco más valiente.

~~~~

"¡El mismísimo Demonio ha entrado a nuestro pequeño pueblo para corromper la cordura de nuestros jóvenes! Inclinen sus cabezas mis hermanos para rezar por aquellos que han perdido el camino" Akira abrió los brazos al aire y cerró los ojos.

Era otro aburrido domingo con mi padre dando su sermón semanal y la iglesia llena a más no poder. Había colocado un anuncio fuera de la iglesia que llamó la atención de toda la ciudad.

'Los demonios se han apoderado de Cheongju"

Un poco exagerado, si me lo preguntan. Pero como de costumbre me daba igual lo que mi padre dijera, y mientras mi madre agachó su cabeza ante las palabras de mi padre, yo busqué a Chaeyoung con la mirada.

Su cabello largo castaño y su ropa holgada siempre me ponían de buen humor, estaba sentada junto con sus padres dos filas detrás de mí y su sonrisa perfecta me lanzaba corrientes eléctricas por la espalda.

¿Cómo es que alguien podía ser tan hermosa?

Voltee mi cabeza cuando mi padre volvió a hablar.

"Esta mañana recibí una noticia que me ha dejado sin palabras." Ahí venía, otra estupida historia que de seguro nunca pasó "La noche de ayer, a la media noche, mientras todos nosotros dormíamos como buenos cristianos" ¿acaso dijo la noche de ayer? "Dos almas perdidas, se encontraron en nuestro querido Lago Cheongju y escupieron en el rostro de Cristo cuando... Cuando..." Oh, no "Cuando se besaron. Dos mujeres, dos adolescentes, dos miembros de esta comunidad." Esto no podía estar pasando.

Fue muy poco lo que pude escuchar después de eso, giré mi cabeza cuidadosamente y vi a Chaeyoung apretar sus labios con fuerza, su mano derecha encerrada en un puño lleno de ira.

"¡Fenómenos!" Las palabras de mi padre resonaban en mis oídos "¡Han nacido enfermas!" Solo quería que esto terminara ya... Yo... "Son una total vergüenza para nuestro pueblo y deberían entregar sus vidas al Señor para que las salve!" Las lágrimas se acumulaban en mis ojos pero traté de ser fuerte porque mi madre estaba ahí. "Recemos por esas almas perdidas."

Unas cuantas palabras más y todo había terminado. Cuando mi padre nos dio el permiso para irnos corrí hacia la parte trasera de la iglesia y vomité. Y junto con mi desayuno también se fueron las lágrimas que había tenido guardadas.

"¿Estás bien, amor?" Su mano se posó sobre mi hombro y me sentí con fuerzas otra vez.

No le respondí, solo me lancé a sus brazos y lloré aún más, empapando su suéter y parte de su cuello.

"Amor, tranquila. Todo estará bien."

"Vamos a ir al infierno Chaeyoung" y volví a llorar cual niña asustada.

"Claro que no... No vamos a..."

"¡Nacimos enfermas! ¡Tú lo escuchaste!"

"Lo siento, Minari, pero tu padre es un idiota" Deshizo el abrazo y me miró directo a los ojos. Yo no discutí con ella porque sabía que tenía razón.

"Me va a matar. Nos van a matar"

"Cálmate. Nadie vio tu rostro, ¿bien? Nadie sabe que eres tú." Me sonrió pero sus palabras no me hacían feliz.

"¿Cómo estás tan segura?"

"¿Realmente crees que estuvieras viva ahora sí tu padre lo supiera?" Chaeyoung tenía razón, mi padre ya me hubiera cortado la cabeza, y de haber sabido que su hija era uno de esos "fenómenos" jamás lo hubiera mencionado en frente de todos los miembros de la iglesia. Tenía mucho en juego como para declarar a su 'perfecto' hija una abominación.

"¿Pero qué hay de ti?" Chaeyoung limpió mis lagrimas con la manga de su suéter y no respondió. "¿Chaeyoung?"

"Solo digamos que mis padres están teniendo una 'sería' conversación con Akira" Así que era de eso de lo que hablaba mi padre esta mañana, él sabía que era Chaeyoung... Oh, Dios... Esto no era nada bueno.

"¿Qué vamos a hacer ahora?" Las lágrimas volvieron a empañar mis ojos y mi voz se quebró.

"No lo sé, pero tú no tienes de qué preocuparte ¿ok?" Me besó tiernamente y abrazó mi cintura con sus manos, sentí su lengua recorrer mi boca y me ruboricé sin razón.

Tomé su largo cabello entre mis dedos y la acerque aún más a mi. La amaba demasiado como para rechazar esta oportunidad de besarla. Aún cuando nuestros padres estaban a solo metros de distancia y estábamos escondidas en la parte trasera de la capilla no me importó demostrarle mi amor.

"¿Chaeyoung" La voz de su madre llamó y Chaeyoung se alejó de mí un poco.

"¿Si?" Los pasos de su madre se acercaban a nosotros y ella tapó mi boca con sus manos porque sabía que cuando me ponía nerviosa tendía a sollozar como una niña. "Estoy orinando, mamá. No te acerques." Le gritó antes de que pudiera encontrarnos y sus pasos se detuvieron.

"Tu padre y yo tenemos que hablar contigo seriamente" Un suspiro salió de sus carnosos labios y pude ver la tristeza en sus ojos.

"Voy enseguida" me miró y trató de sonreír, y aunque sabía que su sonrisa era falsa yo también sonreí. Me besó una vez más antes de irse y con sus labios dibujo aquellas palabras que tanto me gustaban.
'Te amo'

Me quedé ahí escondida aún cuando Chaeyoung ya se había marchado hace un buen tiempo. No quería que mis padres me encontrarán y me lanzarán todo su discurso otra vez.

No quería escucharlo a ellos, solo quería escuchar a Chaeyoung y saber que estaría bien...

Que estaríamos bien.

Take Me To Church (Michaeng)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora