🌺LUPICAL 🌺 CAPÍTULO:VII

285 10 0
                                        


La luna ilumina todo aquella noche. Las Estrellas acompañándola como si también estuvieran admirando tanto su brillo como la calma que otorga. 

O eso pensaba ella. Muy pocas veces veía la luna ya sea por que estuviera compartiendo con locos intentando ser dioses o organización que desean controlar todo u monstruos que se la pasaban de aquí para la punta del mapa.

-Paimon, cree que es muy mala idea- La guía sostenía la mochila que usaba su compañera de viaje. Donde tenían tanto la comida que habían agarrado de la cocina y de las manzanas de los árboles y uno que otro dulce.

-Lo se. Pero no quiero que mas nadie se meta y salga herido- tenia los brazos en su nuca. Haciendo que sostenga su cabeza mientras que mira las Estrellas y la luna- Ademas, esto es un asunto familiar.

Llegaban al risco. Donde se encontraba la frontera de Liyue y el puente que conecta a ella. Después de pasar aquel puente no podían mirar atrás. Ya no volverían a Mondstadt.., no hasta que terminara aquel asunto.

Desenfundó su espada e hizo que la flecha cambiara de dirección. Miro aquellas tres figuras que estaban enfrente de ella.

///••///

-No- La aura da de Diluc era seria y fría.

-Per-

-Que no.  Ni siquiera estás bien recuperada y ya quieres luchar. Admiro el coraje que poses Viajera. Pero sigue siendo no.

-no podemos arriesgar te y mucho menos ahora.

-Jean, tu me apoyas verdad?

-Se que empezaste tu viaje por tu hermano. Pero en estos momentos no es seguro para nadie y mucho menos para ti.

-...- ¿que podía decir? Básicamente su hermano era la persona más buscada —y no de buena forma— de Mondstadt. Incluso en poco tiempo puede ser la persona más buscada por Teyvat.

-Ve a descansar- La rubia colocó su mano en hombro de la viajera.
Se levantó. Se fue a aquella habitación la cual era huésped y se acostó en aquella gran cama.

No tardo ni dos segundos en levantarse y tomase su mochila de viaje. Tomo Aquella canasta con frutas y hecho algunas en la mochila. 

-Paimon- Por más que quisiera a su guía, debía admitir que esta tenía un sueño pesado y era una glotona-Vamos despierta.

El hada se removía entre la almohada y la sábana que la cubrían del frío. Despertó de apoco y saludó a su amiga como de costumbre cuando se levantaban. Estiró sus brazos y bostezó luego frotó sus ojos hasta que por fin pudo mantenerlos abiertos.

-¡Buenos...¿Noche?- vió por la ventana. Aún era de noche. Se sorprendió de que aún fuera de noche y que su compañera tenia su ropa de aventura puesta y su mochila.

-Te acuerdas cuando escapamos de los Guardianes De Las Ruinas- la Guía asintió. Recordando cuan valiente fue al compartir contra esas máquinas—Se quedó escondida detrás de un arbusto—Sabía a lo qué se refería la chica.

-¿Vamos a escapar?- La viajera asintió. No dudo de su compañera. Después de todo ella podía confiar ciegamente en aquella chica rubia y si quería escapar era por algo-Tengo un mal presentimiento.

//••••//

Amber había bajado su arma. Levantando sus dos manos en símbolo de paz e avanzando algunos pasos. Lumine hizo lo mismo. Guardo su arma y se quedó viendo como la castaña avanzaba hacia ella.

Quedó a menos de un centímetro. Mirando directamente a la chica. Y sorprendentemente la castaña en vez de hacer algo en contra de ella. Pero la abrazo fuerte, muy fuerte e incluso ella misma le devolvió el abrazo.

-Cuídate mucho.

-Lo haré. No tienes por qué preocuparte.

-Quiero que tomes esto- extendió su mano. Amber musicaba en su bolsillo unas balseras que había hecho ya hace mucho y que tenía pensado en regalarle a la Viajera.

-Esto es de mi parte- Bennett levantó una de sus flores favoritas. Bennet siempre le gusto las flores rojas que se encontraban alrededor de la estatua del Arconte Anemo y de aquel gran Árbol.

-Razor, quererte dar cosa que le gusta mucho- le dio muchas bayas. Y un collar hecho con algunas flores y algo de madera que eran los dijes.

-Vuelve pronto- Se quedaron ahí. Mientras que se despedían de la viajera y está ya estaba del otro lado del risco y pasando el puente-¿Hubiera sido mejor ir con ella? Nah, hubiéramos sido un estorbo. Vámonos.

Se dio la vuelta. Y el único que estaba parado era Bennett, quien apuntaba detrás de ella. Razor estaba detrás de Lumine caminando junto a ella.

-¡Razor ven para acá!-Amber corrió lo más rápido que pudo para alcanzar al pelo gris y Bennett..., el solo seguía a la caballero exploradora-¡Que vengas te digo!

-....-

Por alguna razón. Había cuatro personas y un hada enfrente de ella y una que conocía muy bien y que de vez en cuando le ayudaba con los monstruos que aparecían en el area de la posada.

Todos estaban mojados por la lluvia. Pero el pelo gris estaba sentado con las piernas cruzadas y arrascándose detrás de la oreja con su mano. Y que a vista de ella parecía un cachorro. Un albino estaba medio moribundo en el suelo y una castaña estaba cabizbajo y con sus manos detrás de su espalda. Y se disculpaba en pequeños susurros inaudibles.

-Goldet, dos habitaciones por favor y ropa seca- Esa sonrisa era falsa. La castaña ahora de disculpaba más y más y más. Ella solo asintió y le entregó dos llaves.

-Gracias por quedarse en nuestra posada. Espero que el servicio sea de su agrado. La cena será a las 8:30 y tenemos aguas termales si gustan disfrutarla.

-Gracias, nos vemos- bajo por las escaleras y llegaron a sus habitaciones. Y por si las dudas ella tomo las llaves de ambas habitaciones—No era por la mala suerte de Bennett—sólo tomaba precauciones.

La ropa seca había llegado a ambas habitaciones. Era un gran camisón para dormir y amber también tenía lo mismo. Y por la pobre suerte que tenía el albino.., la ropa le quedaba algo pequeña.

•La viejera y el Yaksha•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora