Capítulo 13: Amanecer

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-Que raro es no ponerse nervioso al ver a tantas mujeres hermosas desnudas...- suspirando con decepción, el ojirrojo emulo a la hermana de su concubina.

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-Bueno, ya se conocen así que sin formalidades- las 5 personas frente a la enorme cantidad de dependientes de la rubia, sonreían -Como te dije Bell, quiero ver sus capacidades de lucha contra mis hijos- sentada en su trono, la ojiverde era atendida por sus miembros femeninos.

-Apenas y veo guerreras- la observación hecha por Bache, molesto a Sandro.

-Las mujeres son tratadas de acuerdo a su estatus, ¡la mayoría de ellas eran sacerdotisas de tierras lejanas!- con esa información obtenida, el peliblanco vio el asentimiento de la rubia.

-Myrtella-chan- llamando a la niña, Afrodita palmeo su trono.

Yendo al lado de la diosa, la peliblanca tomo asiento.

-Bien, ¿quien quiere ser el primero?- tronando sus nudillos, Bell provocó a los dependientes de la ojiverde.

-¡A la carga!- casi de inmediato una docena de hombres cargaron contra el conejo.

En un instante los doce combatientes fueron mandados a comer tierra.

-Fascinante- con un brillo en los ojos, Afrodita sentó a Myrtella en sus muslos mientras le daba uvas.

-Es nuestro turno- en un borrón de velocidad, las hermanas peliarena se hallaban frente a los hombres, mismos que no tuvieron oportunidad ante el poder abrumador de las amazonas.

-Supongo que faltó yo...- desenfundando su espada, la pelinegra salió a toda velocidad para enfrentarse a quienes usarán armas.

-Son mounstros...- susurrando con pánico, una de las sirvientas de la diosa veía como salían volando sus compañeros.

-Avisen a las sanadoras y a los doctores que van a tener mu~cho trabajo- mirando con una sonrisa el desastre generado por los cuatro Primera Clase, la rubia emitió la orden.

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-Al fin vuelves Hedin- siendo recibido por Ottar, el elfo suspiro con decepción -Ya no se hallaba allí, ¿cierto?- recibiendo un asentamiento, el poderoso boarman abrió la puerta a la habitación de la diosa.

-He regresado Freya-sama- arrodillándose detrás del trono de la mujer, la peligris pidió se levantará.

-¿Cómo te fue con Hermes, Hedin?- curiosa por la historia del ojicoral, la ojimorada paro oídos.

-Hermes-sama tuvo un contratiempo y mando a una compatriota en su lugar- analizando cada palabra del rubio, Freya asintió para que continuará -Llegamos a nuestro destino y tomamos los que nos fue pedido -sin hallar una mentira en sus palabras, la diosa se levantó de su silla.

-Parece que hallaste algo interesante- viendo a su alma, la diosa sonrió de forma divertida.

-Ah~... Es imposible persuadirle, ¿no es así, Freya-sama?- recibiendo una risilla de la peligris, el ojicoral comenzó a relatar su paso en Dike.

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-¡Abran paso a los Segunda Clase!- como cada mes, Rye, Fina y Roux, visitaban el orfanato de la hermana María.

Danmachi-Fiel a mi PalabraWhere stories live. Discover now