La Señorita Mery

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Cesaron por un instante los disparos, gritos, ordenes y por un instante senti un gran poder, digno de dioses. Aunque me gustaria volver a mi vida normal.

Ashi rondaba cerca de mi, abriendo sus fauces para intimidar con su dentadura llena de trozos de carne humana y sangre. El hombre que mato Ashi, se consumia de dolor, sin poder hacer nada e intentaba otra vez atacarnos.

-Ashi... ladra. Se lo digo con una voz tetrica

Ashi comienza a ladrar. Las ondas del ladrido hacen que los edificios empiecen a caer como un castillo de naipes. Los muros se derrumban encima de los combatientes, dejandolos cerca de donde tienen que terminar. En el infierno.

Algunos de ellos lograron escapar, pero al minimo moviento que mis ojos captaban, les lanzaba unas espina de rosa negra. Que impactaban en sus corazones. Por el trayecto los petalos se desprendian.

-Muy bien Alicia, ahora debes dormir. La señorita Mery cuidara de usted. La mujer termina la frase y me duerme con un dardo tranquilizante.

Me caigo al instante al suelo, y vuelvo a mi forma normal, al igual que Ashi.

Pasaron horas hasta que me despierto. Solo al abrir los ojos veo a una mujer de estatura pequeña, rubia y de ojos azules. Llevaba una marca en el cuello, la marca de una cola de hada.

Division del Corazón ¼Where stories live. Discover now