1.El inicio de todo

332 4 0
                                    

1
El inicio de todo.

Un año entero había pasado desde aquella batalla en plena ciudad de Nueva York, en la cual se habían reunido seis de las personas más inteligentes, brillantes y especiales, que eran, si se puede decir, diferentes.

Mientras paseaba por la ciudad de Nueva York para dirigirme a SHIELD, miraba el paisaje la ciudad bulliciosa, la gente apurada, era viernes y parecía que estuviéramos lunes. En ocasiones extrañaba los años 40, donde todo era más tranquilo.

Pero ahora estaba atrapado en un tiempo que no era el mío, había luchado contra semidioses, con un hombre que se transformaba en una bestia inmensa verde, con un billonario excéntrico que tenía de armadura una lata roja y dos espías. Si, al parecer algo "normal" en este tiempo. Si hace... setenta años me hubiesen dicho que esto pasaría, juro que me hubiera reído en su cara.

Las cosas eran realmente... diferentes en este tiempo. Me sentía en realidad perdido, desubicado, en un lugar al que no pertenecía, en estos últimos tiempos SHIELD me ha ayudado a adaptarme a esta nueva vida y época, pero no estaba muy seguro de que estuviese teniendo avances.

Todo era diferente, tenía que adaptarme si o sí. Después de todo, no tenía otra opción. No es como si pudiera regresar setenta años y vivir mi vida. La vida que me fue arrebatada. Bueno, realmente, la vida a la que decidí renunciar. Pero, en mi defensa, jamás creí que fuera a despertar en otro tiempo, con prácticamente otra vida. Creí que moriría... aunque no sé si prefería haber muerto.

Mientras entraba a la base de SHIELD algunas personas me saludaban, me dirigí directamente al salón de box para entrenar un momento y despejar mis ideas antes de que Fury me hiciera sus tradicionales interrogatorios. Me metí al salón me cambié de ropa, y me puse a golpear la bolsa de arena para relajarme y recordar una que otra cosa que había ocurrido durante este tiempo.

—Capitán — escuché esa voz femenina que me ponía nervioso y no sabía realmente porqué.

—Señorita Romanoff — dije mientras me detenía y ella me sonreía.

—Buenos días. — me dijo mientras se acercaba y arrastraba un poco una de las sillas que estaban cerca mientras yo seguía detenidamente sus movimientos. Sin saber muy bien porque.

— Buenos días. — respondí ientras ella me veía con una de sus tradicionales sonrisas. — ¿Cómo puedo ayudarla?

— Fury quiere vernos...

— ¿Es algo grave?

—No, bueno para ser sincera no tengo idea.... Y me preocupa un poco el hecho de que nos cite solo a los dos...

—¿Y el agente Barton?

—Esta en una misión en Atlanta —dijo mientras vi su rostro algo apagado "tal vez lo extraña" pensé

—Oh de acuerdo me ducho e iré para allá...

—Bien lo esperaré afuera — movió la cabeza en forma de aceptación

Me apresuré en ducharme y en cambiarme de ropa para poder ir a la "reunión" con Fury. La verdad me intrigaba un poco, normalmente nuestros encuentros eran casuales, la mayoría en la sala de entrenamientos y una que otra vez con más agentes con nosotros. Ahora, solo Natasha y yo... si, era intrigante.

Salí del salón de entrenamiento y me dirigí a la sala de reuniones, al abrir la puerta de cristal solo se encontraban Natasha y Fury, que hablaban muy quedamente y entre susurros. Me sorprendió el hecho de que nadie custodiaba la puerta, normalmente así eran las reuniones aquí. Agentes protegiendo todo.

— Lamento la demora — dije mientras ellos se separaban y Natasha trataba de sonreír, pero se le veía preocupada, pude notarlo en sus bellos ojos esmeralda.

—Steve, que gusto verte nuevamente. —me dijo Nick

—Gracias Señor... igual me da gusto verlo. — respondí cortésmente.

—Oh si... pues bueno — vi que estaba realmente extraño, la agente Romanoff se me acercó y tomó mi mano, dejando algo en ella discretamente.

— Y bueno me tengo que ir ya, Señorita Romanoff, sabe lo que tiene que hacer. — ella asintió y al momento que salió Nick entro un tipo calvo con lentes y tenía la cara de... estresado.

—Buenas tardes. Señorita Romanoff, Capitán Rogers, desde ahora ustedes trabajarán para mi directamente.

—Disculpe pero no trabajaremos para usted... solo trabajamos para SHIELD — dijo Natasha dejándome un poco desconcertado. En el momento que Natasha hizo un juego de miradas abrí discretamente el papel que ella había puesto en mi mano:

SHIELD ha cambiado estamos en peligro. Debemos salir de aquí.

— Acaso la despedida de Fury, agentes la ha dejado un poco mal. O es que todo lo que e oído es verdad.

—No sé a que se refiere Señor.— Natasha tenía su postura y gesto siempre impenetrable e indiferente.

—Me refiero a que siendo usted... una señorita con una cuenta que arde en números rojos busca cualquier hazaña o motivo para borrarlos. Y quien sabe tal vez, y usted era la preferida de Fury por una razón... — la postura de Natasha permaneció impenetrable, pero no fue difícil notar como se tensaba y asesinaba con la mirada a ese hombre.

Hasta yo entendí lo que quiso decir, y no me hizo nada de gracia. Sentí una furia creciendo en mi interior. Me acerqué a él en dos zancadas, hasta quedar a unos cuentos centímetros de él.

—Usted no tiene ningún derecho de faltarle al respeto así a una dama. — dije con el ceño levemente fruncido y con voz mucho más amenazante de lo que imaginé que usaría. Pero realmente no me importó.

— Parece que la batalla y ese grupito de los Vengadores les ha subido el ego a la cabeza queridos agentes, pero... vamos a ver quien pierde esta vez, GUARDIAS!

En ese momento Natasha soñó al hombre con una patada. No mentiré al decir que no sentí cierta satisfacción al ver como caía inconsciente en el suelo.

—Vámonos — dijo ella mientras ambos corríamos por los pasillos esquivando a cada guardia y persona que se nos aproximaban — ¡No tengo mi auto de este lado!

— Tendremos que irnos en mi motocicleta, corre! — dije mientras íbamos por las escaleras de emergencia a toda velocidad y llegaban al estacionamiento.

Todos los agentes nos estaban buscando y tratando de cerrar la mayoría de las puertas por donde pudiéramos escapar. Natasha y yo nos montamos en la moto tan rápido como pudimos y comencé a acelerar, esquivando balas que comenzaban a volar.

— Capitán, conduzca hacia la salida principal

—Pero, ¿acaso no conoce otra salida? Seremos carnada fácil.

— Hágame caso — lo único que pude hacer fue asentir y conducir tan rápido como fuera posible y mientras nos disparaban.

Natasha en ese momento sacó un tipo granada demasiado pequeña, la tiró e hizo una explosión de donde salió demasiado humo, ese momento fue crucial para poder escapar.

— Señor Frank...

—Encuéntrenlos, quiero a Widow muerta y a ese capitán de quinta arrodillado frente a mí

— Si señor.

-editado-

AMOR DE SHIELD  [editando] Where stories live. Discover now