-¿Qué mierda me estás haciendo Iván...?-

-¿Quién carajo es Danna?-

Perspectiva de Carrera:

No me lo podía creer, ella otra vez. No me gustaba que estuviera con ella, porque no me apetecía verlo de nuevo llorar como aquella vez.

-Hey amigo, pero ¿Qué pasa?
-Nada, que ya anda otra vez detrás de ella- Respondí yo.
-¿Ella quién?
-Una wacha.
-¿Cúal wacha?
-Danna.
-¿¡Y QUIÉN CARAJO ES ESA!?- Exclamó Tomás dejando ver la poca paciencia que tiene.

Le expliqué quien era y el porqué me caía tan mal, bueno... casi todo. Evidentemente me salté la parte dónde entraba el vacío abrumador que sentía cuando se trataba de ella, no tiene por qué saberlo nadie...

-Hey, pero entonces Spreen es un pelotudo amigo. - Dijo Robleis sorprendido.
- se...- Respondí sin ganas.
-Sé que te preocupas por el, pero tranquilo, ya se dará cuenta que eso no es sano.
- ¿Y si no lo hace, qué? eh ¿Y si tengo que estar toda mi vida viéndolo destrozado por ella? ¿Y si se casan y lo amarra a ella toda su vida? ¡¿Qué demonios hago si eso pasa?!

Me había alterado bastante, la idea de ver a Spreen enamorado de alguien así me hacía perder la cordura.

-Pero tranquilízate, eso no va a pas-
- ¿Y si pasa qué carajo voy a hacer? Es más ¿Que carajo harás tú?- Interrumpí hablándole de una forma muy cortante.

Si, sé que estaba fuera de mis casillas, pero lo admito, me pasé bastante con el.

-Este... yo lo siento... no debí ponerme así- Dije algo incómodo.
-Na tranquilo, te entiendo a mi también me suele pasar.

Pasaron un par de horas. Para ser sincero fue el par de horas más largo y desesperante de toda mi vida, puesto a que por la tardanza de Spreen me suponía lo que había pasado con esa tal Danna, aunque dentro de mi todavía cabía una pequeña esperanza de que solamente se le hiciera pija el coche al UBER y que por eso no llegaba.
Y por fin, escuché el sonido metálico de las llaves abriendo la puerta.
Salí a recibirlo con un abrazo.
-Hey, amigo qu- Me quedé completamente de piedra al ver una marca morada en su cuello, ¿era un chupetón?, me separé de él rápidamente.
-Gato, ¿Qué carajo tienes en el cuello?- Dije tratando de ocultar mis ganas de pegarle un puño a algo.
-¿e-eh?, No nada... m-me pegué con la puerta.- Dijo el muy nervioso.
-La puerta... Bueno,yo...me voy que... tengo que hacer unas cosas.- Tras decir aquello abandoné la casa de mi querido amigo.
Al llegar a mi casa rompí a llorar, cosa que sabía que tarde o temprano iba a pasar, puesto a que no podía soportar más esas afiladas agujas que se clavaban en mi corazón, desgarrándolo poco a poco.
Me encerré en mi habitación durante horas. Me escondí bajo las sábanas que me hacían prisionero de mis propias emociones.
Por fin me decidí a mirar mi teléfono, tenía algunos mensajes de Iván. Al principio decidí dejarlos estar e ignorarlos, pero finalmente me digne a mirarlos.

Iván 😡: Rodri amigo, ¿Estás bien?, antes de irte parecías como... nervioso, no sé como explicarlo. Bueno, cuándo veas esto llámame porfa.

Iván 😡: ¿te encuentras bien? No respondes hace horas.

Iván 😡: Me tienes preocupado.

Iván 😡: ¿Quieres que vaya a verte?

Iván 😡: Rodri, fuera de joda estás ahí?

El timbre sonó, dejé el teléfono en la cama y salí a abrir pensado que sería la comida que pedí.
Abrí la puerta y me quedé petrificado al ver quién se encontraba ahí.

-Ho-... Hey ¿que pasó? Tienes los ojos muy rojos...- Dijo Iván mostrando su preocupación.

Y/o:Bom día 😩, bueno solamente agradecer a todos que estáis ahí apoyando y leyendo la historia, no pensé que lo llegaría a leer tanta gente, espero que os estea gustando porque me estoy dejando muchas neuronas en esto JAJSJSJ.
Att: Rubi 😳