El cuerpo de Hikaru volvió a temblar, mordía sus labios fuertemente para no llorar allí mismo.

__ Jefe, no sea tan malo con él, mi aprendiz tiene más o menos su edad, tal vez podrían ser amigos_ habló otro hombre, con un toque amenazador en su tono.

__ No porqué seas el segundo al mando puedes darme órdenes, yo haré con este niño lo que se me de la gana_ gruñó el hombre.

__ No porqué seas el segundo al mando puedes darme órdenes, yo haré con este niño lo que se me de la gana_ gruñó el hombre

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Y tal como dijo aquel hombre, lo hizo.

Al parecer su idea de "diversión" era torturar al niño o hacerlo ver cómo torturaban a otras personas.

Hikaru agradecía que no tocaran su cuerpo, no habría podido soportarlo de ser así. Algunos días no le daban de comer, otros lo ahogaban en un balde de cloro, lo quemaban con cosas calientes, pero asegurándose de no dejar una marca muy notoria.

Sus ojos estaban rojos, sus ojeras eran notorias, las costillas ya comenzaban a asomarse en su piel por lo delgado que estaba y apenas podía mantenerse de pie.

Pero un día lo obligaron a torturar a una persona él mismo.

Hikaru hizo lo que le pidieron, pidiendo internamente perdón a gritos, sus ojos picaban, pero su expresión se mantuvo fría y amenazante. Repitió los pasos que hacían los otros hombres cuando lo obligaban a ver cómo torturaban personas.

Comenzó por quitar las uñas del hombre, viendo como al quitarlas, los dedos comenzaban a sangrar.

El hombre suplicó que parara, que no repetiría su error nuevamente.

Pero Hikaru ni siquiera sabía que erro había cometido aquel hombre.

__ Cállate o te corto la lengua_ respondió el niño, mordió su labio con fuerza. No quería hacer eso.

El mismo día que todos los hombres se dieron cuenta de su potencial. Después de todo ¿Que era mejor, un saco de órganos viviente o un buen verdugo y torturador?

La respuesta fue clara.

Los tratos hacia el niño siguieron siendo los mismos, pero las torturas bajaron de nivel, ya no lo mataban de hambre, pero los moretones nunca desaparecieron de su cuerpo.

En medio de una tortura, el niño pudo quedarse con una pequeña navaja y ocultarla bajo su pantalón.

Tenía que ver a su hermano, a su madre y algo le decía, que si no escapaba del lugar dentro de unos días, no volvería a salir de allí nunca.

Tenía que ver a su hermano, a su madre y algo le decía, que si no escapaba del lugar dentro de unos días, no volvería a salir de allí nunca

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝗦𝗮𝘃𝗲 𝗠𝗲 [𝐌𝐢𝐤𝐞𝐲 𝐗 𝐌𝐚𝐥𝐞 𝐑𝐞𝐚𝐝𝐞𝐫]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora