CAPITULO 28

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- Namin. - Jeno gruñó su apodo sobre sus labios.

- Tenías razón hace unos días y no te creí, si que es molesto que tengas ropa interior.

Jeno soltó una carcajada y en un rápido movimiento atrapó a Jaemin entre el colchón y él parando por un momento el labor que sus manos anciosas habían estado haciendo.

- Alguien se despertó de buen humor hoy ¿Verdad? - miró con detenimiento la líneas bajo sus ojos y apretó los labios - O tal vez alguien no durmió nada y está realmente apurado por todo el café que tomó.

Jaemin rió bajo él y abrazó su cuello para atraerlo a sus labios.

- Si dormí - dijo al terminar de besarlo - Cómo... Una hora, he tenido un montón te ideas y ahora ya no puedo dormir más así qué... ¿Por qué no me das ánimos para hacer el desayuno y no se te haga tarde para ir a trabajar?

Jeno le sonrió grandemente y comenzó a besarlo mientras sus manos lo acariciaban suavemente. Iba a ser una mañana apurada pero estaba más que feliz.

Ojalá algunos momentos duraran por siempre.













- Buenos días dormilón - dijo mientras recostaba su cabeza en su pecho.

El detective sonrió grandemente y comenzó a dejar suaves caricias en su espalda.

- Buenos días mi brillante sol - dijo sin perder su sonrisa.

- ¿Dormiste bien? Dios que pregunta tan estúpida, claro que lo hiciste - rió - ¿Quién no duerme bien después de hacer semejante esfuerzo físico?

Sintió el pecho de Mark subir y bajar por la risa.

- Bueno, en eso tienes razón.

Elevó su rostro para mirarlo mejor, se apartó un poco y se recargó en su mano.

- Amo tu rostro al despertar - sonrió - Me hace feliz verlo.

El detective se sonrojó un poco y rió de nervios, ya lo habían hecho algunas veces y también habían pasado por conversaciones matutinas también pero aún se sentía tímido ante la imponente personalidad y presencia de su novio, era definitivamente como él, radiante, cálido y también muy brillante.

- Te pones muy cariñoso en las mañanas - con un dedo acomodó un mechón rebelde de su frente.

- Lo sé, a veces me siento idiota pero no puedo evitarlo. - le dió un pequeño beso.

Haechan se quedó mirándolo durante unos segundos, trató de devolverle aquella mirada llena de cariño y afecto pero terminó por preguntarse que pasaba por su cabeza.

- ¿Qué? - preguntó divertido.

- Estaba pensando en que... En verdad estoy demente, pero jamás había sentido algo así por alguien y... - carraspeó, era la primera vez que veía a Haechan inseguro o tímido.

- ¿Qué sucede? - tocó su nariz con su dedo - ¿Quieres hacerlo? Prometo superar mi timidez, estoy mejorando.

Haechan soltó una gran carcajada y negó divertido, si había funcionado su comentario para relajarlo.

- Es una locura, pero... Ya no quiero dejarte ir ¿Qué puedo hacer?

Si entendía bien, Haechan le estaba haciendo una propuesta realmente increíble que no dudó ni un segundo en aceptar.

- ¿Aquí o en mi casa? Aunque creo que tu cama es más cómoda que la mía, me gusta aquí, es lindo como tú. ¿Cuando traigo mis cosas?

Haechan lo miró sorprendido y sonrió grandemente. Era la imagen de la felicidad pura.

Forget - NoMin Where stories live. Discover now