ɢɪʀʟ ᴄʀᴜꜱʜ- Ron Weasley

Capitulo 7| Eres odioso

—Igual tranquilo ¿Cierto Ron?— le preguntó Potter a su amigo quien no había dicho ninguna palabra.

—Si, todo bien, tu- tu cabello ya no es rosa.

—Ah si Anne logró regresarlo a mi color normal, se veía horrible.

—Nada se te puede ver horrible— soltó aquellas palabras de golpe sin saber que no solo lo había pensado sino tambien dicho.

—Oh — Savee hizo una pausa— supongo que gracias.

—Lo que quise decir...— no termino su oración ya que Granger había llegado a su lado y lo tomo del brazo. 

—Es hora de irnos, nos vemos— se despidió la gryffindor.

—Te odia— mencionó Corner.

—No puede odiarme, no le he hecho nada.

—Para ser la más inteligente de Ravenclaw, eres un poco tonta para otras cosas Savee.

Savee le lanzó una bola de nieve por aquel insulto.

『 💙 』

Caminando por las calles nevadas y jugando con bolas de nieve iban los  hacia honeydukes , ya su último destino después de hacer las compras para su hermana.

—Mira ¡trajeron nuevos productos!— emocionada chillo Savee al ver una repisa flotante que lanzaba brillos con la palabra “Nuevo".

Todos se empezaron a juntar, pues parecía que habían pocas piezas.

A unos cuantos lugares de Savee estaban Ron y su hermano George formados quien este último solo gritaba y aplaudía cuando alguien salia de la tienda.

Era el turno de comprar de los pelirrojos, y Savee muy atenta a Ron observó como agarraba un frasco de los nuevos dulces emocionado pues recordaba que el le había contado que era fanático de lo dulce.

Con cara de desilusión dejó aquel objeto y tomó solo dos varitas de regaliz, pagó y al pasar junto a ella solo la miro sin decirle ni un hola.

Así que ella al pasar al mostrador tomó lo que el había dejado y pago, salió de la tienda y al ver que su amigo se había ido con Ginny ella aprovechó para buscar a la persona que necesitaba.

Así que busco a una cabellera roja, al encontrarla corrió hacia ella.

—Hola de nuevo chicos.

—Hola Savee— respondió Potter.

—Ron ¿Estás ocupado?

—Emh no.

—Bien ¿Puedo hablar contigo?

—Pronto volveremos al castillo, no pueden irse porque los dejarán los carruajes— contesto Granger.

—Lo se, pero solo serán unos minutos Granger.

Ron no dijo nada solo tomo del hombro a la chica rubia y caminó junto a ella.

—Esta de mal humor— fue lo único que dijo Weasley.

—Lo noté, bien yo... — metió su mano a la bolsa— te compré esto, en agradecimiento a todas las ranas que me has regalado.

La cara de Weasley se puso roja y con una sonrisa.

—Oh no puedo aceptarlo.

—Si si puedes ten.— le extendió más la mano.

—Es demasiado, Savee esto es mucho.

—Si no lo tomas te dejo de hablar.

Y amanezado Ron aceptó.

—Prometo pagartelo.

—Eres odioso Ron.

—¿Disculpa? — dijo sorprendido.

—Lo que oiste— indignada ella se colocó el gorro y le volteo la cara.

Ron sonrió al notar que aquella acción la hacia ver más tierna que enojada.

Impulsivamente el acarició su mejilla y la hizo voltear a verlo.

Ahí ella notó más de cerca sus ojos color miel, su cabello largo rojo pegado en su frente y la obvia diferencia de estatura.

Por otro lado Ron sintió la calidez de su piel de porcelana y sus ojos azul profundo.

¿Podía el enamorarse más de ella?
La respuesta era si.

Ella le sonrió después de unos minutos y quitó su mano de su rostro.

—Ves que si eres odioso— lo dijo sonriendo.

—Y tu eres muy necia.

Ella le iba a responder pero el ruido de los carruajes partir la distrajeron.

—¡Mierda!— exclamó— nos dejaron.

—Hermione tenía razón— dijo Ronald.

—Lo siento Ron— desanimada le dijo Savee.

—No es tu culpa— Ron volvió a acaeiciarle la mejilla— podemos ir caminando, por mi no hay problema.

Ella le dió una sonrisa y asintió con la cabeza.

Así que caminaron hacia el castillo, talvez encontrarían un carruaje solo de pura suerte pero mientras ellos dos no tenían ningún problema de estar solos y pasar un momento juntos.

Ya cuando el cielo empezó a oscurecer y algunos animales empezaban a hacer su aparición, Savee con miedo prefirió tomar del brazo de Ron quien se estremeció por tener ese contacto cálido.

Talvez había perdido el carruaje y el regresar con sus amigos, pero había ganado otro momento inolvidable con la chica de sus sueños.