— ¡Oh, Kreacher! — se lamentó Hermione, que estaba llorando. Cayó de rodillas junto al elfo y trató de abrazarlo. En un instante el elfo estaba de pie, arrastrándose lejos de ella, obviamente asqueado.

— La sangresucia tocó a Kreacher, el no lo permitirá, ¿Qué va a decir su ama?

— ¡Te dije que no la llamaras "Sangresucia"! — le regañé con enojo, pero el elfo ya estaba castigándose a sí mismo. Cayó de bruces y empezó a golpearse la frente contra el suelo—. Ahj, no otra vez.

— ¡Detenlo... detenlo! — gritó Hermione— . ¿Oh, no puedes ver lo enfermizo de la situación, la forma en que se ven obligados a obedecer?

— ¡Mierda! ¡Kreacher... detente, detente! — le grité con fuerza.

El elfo se quedó tendido en el piso, jadeando y temblando, con el hocico brillando con un moco verde, un morado floreciendo en su pálida frente donde se había golpeado a si mismo y los ojos hinchados e inyectados en sangre bañados en lágrimas. Se veía lamentable y frente a mi, por un segundo vi a Dobby golpeándose y autolesionándose por hablar mal de los Malfoy. Hermione tenía razón, esto era enfermizo, pero Regulus obligándolo a volver después de su misión con Voldemort le había salvado la vida.

— Así que trajiste el relicario a casa, — retomo Harry implacablemente la conversación, ya que estaba determinado a saber la historia completa— . ¿Y trataste de destruirlo?

— Nada de lo que Kreacher intentó hizo mella en él, — gimió el elfo— . Kreacher lo intentó todo, todo lo que sabía, pero nada, nada funcionaba... Conjuro muchos poderosos hechizos sobre la cubierta, Kreacher estaba seguro que la forma de destruirlo era metiéndose dentro de él, pero no se abría... Kreacher se castigaba a sí mismo, y lo intentaba de nuevo, se castigaba a sí mismo y lo intentaba de nuevo. Kreacher fracasó al obedecer las órdenes, ¡Kreacher no pudo destruir el relicario! Y su ama estaba loca de pena, porque el Amo Regulus había desaparecido y Kreacher no podía decirle lo que había pasado, no, porque el Amo Regulus le había p-p-prohibido decirle a nadie de la familia lo que había ocurrido en la cueva...¡Y le fallo al amo Regulus en proteger a la ama Fawyley! ¡Ha muerto! ¡Ha muerto y Kreacher no pudo cuidarla como le prometió al amo!

— ¿Regulus te pidió proteger a Odette?— le pregunté con suavidad todavía recordaba cuando había visto el periódico un día hace unos meses, donde decían del asesinato de Odette Fawley—. ¿Que paso en todo este tiempo con ella?

— Kreacher estuvo ahí cuando el amo Regulus se caso con la señorita Oddie, tenían 16 años y me hizo prometer que no se lo diría a mi ama, nadie mas lo supo. Kreacher vio como intercambiaban anillos. Y el día que el amo fue arrastrado... cuando la señorita Oddie fue a buscarlo...— el elfo sollozó con fuerza—. Era muy tarde, Kreacher vio como la señorita Oddie cayó al suelo gritando, gritó y gritó. Kreacher se encargo de ella sin decirle a su ama, como el amo Regulus pidió. La señorita Oddie trató también de destruirlo, intentó de todo, pero tampoco lo-logro hacerlo.

— Si Odette Fawley sabia sobre el relicario porque no se lo dio a Dumbledore?— Harry frunció el ceño.

Kreacher hizo una meuca.

— La señorita Oddie odiaba a Dumbledore, bajo ningún motivo quería que callera en sus manos. Un hombre malo, muy malo, si... la señorita Oddie lo encontraba una deshonra. El amo Regulus la amaba tanto... ¡Y Kreacher no pudo protegerla!

 El elfo domestico empezó a sollozar tan fuerte que no hubo más palabras coherentes.
Las lágrimas fluían por las mejillas de Hermione mientras miraba a Kreacher pero no se atrevió a tocarlo otra vez. Hasta Ron, que no era un admirador de Kreacher, parecía contrariado. Mire a Harry con una mueca. Kreacher estuvo solo todo el ultimo año, con la noticia de que Odette Fawley había muerto, llorando solo, de luto por meses.

Laila Scamander Y Las Reliquias De La MuerteWhere stories live. Discover now