◌.*•❝Addictions make you sick, but being addicted to someone kills you❞
Chifuyu Matsuno era un estudiante de sicología, adicto a los cigarros y una que otra droga.
Baji Keisuke era un joven quien sufría constantemente cargando con la culpa de su pas...
━━━━Aquí tienes, con esta tarjeta podrás entrar y salir del lugar libremente. Pero no abuses de ello.
━━━━Gracias.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
El cansado Fuyu, quien había estado probando drogas esa misma noche, ahora no aguantaba el sueño tan pesado que tenía.
Su trabajo era simple, ir a ver a los pacientes mentales y simplemente anotar su estado. No era nada difícil.
Aún le faltaba para terminar la universidad, así que no podía ejercer del todo. Era importante que revisara a cada paciente internado en el lugar, pues habían muchos que trataban de autolesionarse.
Tal había sido el caso de Baji Keisuke, un paciente que habían decidido internar ese mismo día, pues su mejor amigo lo encontró en su casa, tirado en el piso con las muñecas cortadas.
Las lesiones de Baji eran frecuentes, y tenían sus razones, aunque claro, nada es excusa para hacerse daño a si mismo.
Su problema habían sido las adicciones, no a las drogas, nunca las había probado y ahora más que nunca no quería probarlas. Era al alcohol, se podría decir que hace un tiempo había sido todo un alcohólico, claro, antes del accidente.
El caso de Keisuke era difícil de tratar, pues nunca se había animado a hablar con los sicólogos de la clínica, y, aunque le asignaron uno especial para el solo seguía siendo lo mismo, su silencio era lo único que recibían de él y el expediente seguía vacío.
Takemichi Hanagaki era el sicólogo encargado de él, y aunque trataba de ayudarlo el solo denotaba que no quería nada de eso.
Matsuno no tenía idea de nada sobre él, solo paso por su habitación y vio por la ventana al chico recostado en el mismo lugar, cubriéndose con la manta y dejando sus pies al descubierto.
Se encogió de hombros y solo anoto unas palabras en su planilla, prosiguiendo con el recorrido y viendo a todos los demás en sus cuartos.
“Estaba dormido„ Escribió.
Suspira y mira su reloj con algo de afán para irse a casa, quería descansar y olvidar por un momento sus adicciones.
Y, hablando de adicciones, necesitaba un cigarro.
Ya qué había terminado con la mitad de los pacientes, decidió que era hora de un merecido descanso. Camina lento, sin prisa, directo a la puerta grande y pasando la tarjeta de acceso con su nombre en ella; la abre y siente una terrible ventisca venir hacía él, dándole en la cara y haciendo que se arrepienta de no traer bufanda alguna para cubrirse del frío.
Camina lento hacía las bancas que habían a los costados del camino, sentándose en una de ella y congelándose en el proceso, aunque no le daba mucha importancia, un resfriado no iba a matarlo. En medio de sus pensamientos, sacó la caja donde guardaba su más preciada droga y el encendedor, para así tomar uno y prenderlo.
