SELLO DE SANGRE

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KAYARA

Escuchar al dios más poderoso decirme eso con tanto temor en los ojos me causó mucha incertidumbre, yo no soy más que una mortal sin honra, no soy una diosa, ni una poderosa mujer, no sé que puedo ofrecerle a un dios como él, es nuestro creador y benefactor, es quién mantiene la paz.

-Mi señor, no se como responder a esa pregunta, me siento honrada con su proposición, sin embargo, yo sigo sus órdenes, si usted quiere que me case con usted lo haré, por que esa es su voluntad mi señor, pero si lo que usted busca es que yo acepte su decisión y concuerde con ella, no sabría que decirle, es usted quién decide sobre mí.

Seth me miró desilusionado, su mirada me causaba un dolor muy extraño, pero no pude mentirle, el lo notaría, no puedo mentirle al que me ha brindado protección y honra.

Y entonces escucho su voz: "Aún tenemos tiempo, falta mucho para que te cases conmigo, espero que en ese tiempo cambies de opinión y no lo hagas únicamente por que yo te lo he ordenado; tengo la ilusión que en algún momento llegues amarme, pero si luego de estos tres años tú no me amas, podrás irte de mí palacio y dirigir tu tribu."

Su respuesta fue una sorpresa para mí, realmente no me esperaba que este dios tan poderoso y para otros terrorífico pueda ser tan comprensivo en realidad, puede sonar cliché, pero por alguna razón siento que esto es muy extraño, como si no fuera la ultima vez que lo escucharé.

SETH

Esperaba una respuesta más alentadora por su parte, pero lo entiendo, ella es muy joven, su alma también lo es, sé que en poco tiempo me ganaré su corazón y lograré transformarla en lo que es, para ello debo tener presente que necesita todo lo que yo pudiera darle.

Pero eso lo discutiremos cuando ella haya ganado el combate, sería muy simple, es muy pequeña, y rápida, mientras su contrincante era fuerte, mucho más grande, ella era ágil y con golpes certeros ganaría con facilidad.

Cuando me presente en el arena de combate muchos Dioses estaban atentos, sabían que yo tramaba algo, en tantos años jamás había tomado una aprendiz a mi cargo, pero esta sería la excepción, no sabía que estaba pasando ahora mismo por sus cabezas, pero notaba claramente sus ojos puestos en este planeta; pero a la par de ganar el encuentro, también se demostraría que ella es apta para convertirse, jamás he visto un aura como la de ella en toda mi vida, así que sé que ellos ya la admiran por eso, una mortal tiene un aura más llamativa que los mismos dioses; pero al demostrar su fiereza en batalla también generaría una nueva oportunidad de matrimonio para mi, la mortal más poderosa, una diosa que al inicio fue mortal, que sufrió la perdida como jamás sucedería.

Ambos contrincantes me saludaron, realice el trabajo correspondiente a mi poder más grande, uno solo revocado por el mismo Dios de Todo, el llamado EL REZO DE SETH, este le permitirá a mi Ángel sanar sus heridas con brevedad,

NARRATOR OMNISCIENTE

El tamaño de la chica era una ventaja, podía esquivar con agilidad los golpes sin embargo no era tan fuerte como su oponente, muchas veces acertaba golpes en zonas específicas, pero no bastaba, un golpe de su contrincante era tres veces más fuerte que el de ella, poco a poco el combate se complicó ambos estaban cansados y aturdidos.

Ella tenía un gran corte en el pecho que sanaba poco a poco mientras el traidor apenas y tenía algunos cortes en los brazos; estaba más que molesta, quería venganza, sus ojos eran completamente negros, no sé diferenciaba su iris de la esclerótica, sus ojos parecían sumidos en oscuridad completa, el traidor los vio y creyó que era un engaño fruto del cansancio, pero no tomo en cuenta lo que muchos Dioses ya sabían, el poder de la pequeña muchacha frente a él, era capaz de acabar con la raza humana, y en ese momento él era el objeto de su furia.

Cuando ella vio al hombre tan sorprendido, mirándola, tomo toda la ventaja que pudo, golpeó con fuerza, se sintió tan débil que apenas podía levantar la espada, era muy obvio quien ganaría.

Si bien ella tenía la ventaja, sabía que nada le regresaría a su tribu y a su padre, así que cortaba la piel de su oponente, las heridas que dejaba eran profundas, pero no lo mataba, el campo de batalla estaba lleno de sangre hasta que la pequeña niña se cansó de esperar la caída de su contrincante y mientras lloraba por el último recuerdo de su padre.

Corto de un solo tajo la cabeza de su adversario, manchando a la primera hilera de observadores con sangre de aquel hombre.

Había sellado su destino, como lo haría a través del tiempo.

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⏰ Última actualización: Mar 25, 2022 ⏰

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