¿Es tu cumpleaños? -Dijo ella algo tímida —¿Por qué no me dijiste? -Creo que ella quería abrazarlo pero no se atrevía, en su mirada había temor.

No creí que fuera algo importante... -Él la miró a los ojos. 

Claro que lo es. -Ella lo abrazó. —Felicidades, ojalá se cumplan todos tus deseos. -Se separó de él y me miró.

¿De qué me perdí? ¿Qué mierda está sucediendo aquí?

Chicos, la fiesta es por aquí... -Interrumpió Omar y comenzó a caminar hacía "la fiesta".

*Abby's P.O.V"

Cuando abracé a Oscar logré ver como Felix me lanzaba una mirada de... ¿Rabia? ¿Celos? 

Este chico es raro pero... ¿a quién mierda engaño? me gusta lo raro. 

Creo que debería irme, celebren ustedes.  -Miré a Felix mientras él cogía una lata de cerveza.

¿Tan pronto? -Él moreno habló. —Por cierto, soy Omar. -Estrechó su mano hacía mí y la cogí.

Un gusto, soy Abby. -Solté su mano. —Y sí, es un momento entre amigos, yo sobro aquí. 

Omar se encogió de hombros y regresó a lo suyo.

Felix se acercó a mí invadiendo mi espacio personal.

No te vayas preciosa. -Susurró en mi oído.  Ese maldito susurro provocó que se me erizaran los jodidos pelos. 

Alto ahí vaquero. -Me alejé rápidamente de él recuperando mi espacio personal. Al parecer nadie lo notó, todos seguían en lo suyo. 

¿Por qué te alejas? -Hizo un pequeño puchero. —¿Tienes miedo? -Preguntó y una pequeña sonrisa se asomó en su cara.

No es eso, sólo... adiós Felix. -Me giré decidida a irme dejándolo atrás. Después le explicaría a Oscar porque no me despedí de él. 

*

Iba caminando por la calle pero con tanta cosa... perdí la noción del tiempo y me olvidé completamente de mi herida, al recordarla, comenzó a doler otra vez. No podía volver a casa, ya estaba oscuro pero aún así no podía.

De pronto sentí pasos, no eran los míos, eran de alguien más. Intenté acelerar mi paso.

Más lento vaquera. -Dijo alguien detrás de mí, una voz para nada desconocida. Me giré.

¿Qué quieres Sandman? -Bufé  

Oscar me lo cuenta todo...  -Soltó. —Absolutamente todo. -Marcó la voz en la última palabra.

Que bien, ¿ahora puedo seguir mi camino? -Pregunté.

No volverás a tu casa, nunca más, no estas a salvo. -Se acercó a mí. —¿Cuándo pensabas decirme sobre esto? -Levantó mi polera dejando mi abdomen al descubierto, más bien, mi herida. Bajé mi polera con rápidez.

No es de tu interés -Respondí fría.

Abby, no puedes volver a tu casa -Insistió. —Vamos, ya te demostré que no soy malo, por favor, ven conmigo. 

The Sandman Daily - Felix SandmanМесто, где живут истории. Откройте их для себя