"-¿Crees que algún día encuentre a ese alguien?-"
"-¿Alguien que te ame?-preguntó él sin esperar a que ella respondiera-Ya hay mucha gente que te ama-"
"-Pero alguien que de verdad lo haga, aún cuando pase por todo esto-"
"-Estoy seguro de que si-re...
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POV. ____
Todavía me costaba creerlo.
Se había acabado. Realmente se había acabado.
Se acabó de la peor manera posible, y por más que intente evitarlo, eso no pasó, eso no evito que me rompiera el corazón.
Ya habían pasado casi cuatro días desde lo ocurrido y ni siquiera tengo recuerdos de lo qué pasó después de que él se fuera.
Desperté al día siguiente en mi habitación, con la vista borrosa, dolor de cabeza y con la esperanza de que todo fuera solo un sueño, deseaba con todas mis fuerzas que fuera un sueño, pero no lo fue, todo lo que recordaba fue real.
Gina me explico lo qué pasó después.
Dice que entre a la casa completamente empapada y con la mirada perdida, ella y E.J. intentaron llamarme pero no respondía. Después de pocos segundos comencé a respirar con dificultad , como si me estuviera ahogando.
Gina no sabía lo que me pasaba, y menos como ayudarme. Ya que supuse que mis ataques habían desaparecido omití el detalle de explicarle que hacer en caso de.
En parte porque me deba vergüenza admitir que tenía un problema.
En cambio E.J; al ser estudiante de East High, el estaba al tanto de lo qué pasó cuando tenía catorce, y manejo muy bien la situación.
O eso es lo que dice Gina.
Lo único que hice después de ese día, fue estar encerrada en mi habitación, sin ganas de hacer absolutamente nada.
Me limitaba a observar la pantalla de mi teléfono, con la esperanza de que este se iluminara con alguna notificación de él, disculpándose y diciendo que no era verdad nada de lo que dijo.
Sabía que era tonto y desesperado esperar algo así, me engañaba a mi misma.
Pero ¿Que más podía hacer?
Llorar ya no servía de nada.
¿Para que llamarlo si sabía que no contestaría?
Superar todo y seguir adelante era una opción. Pero como súperas perder a la persona que más amaste en todo el mundo, a la persona con la que compartiste tantos momentos, a tu compañero de vida, al cómplice que tus travesuras, a las persona que secaba tus lágrimas en esas noches difíciles.
Quien diría que en algún momento el se convertiría en el motivo de ellas.
Lo único que podía hacer era pensar, pensar y pensar en que momento pasó.
¿En que momento dejó de amarme?
No lo entendía, honestamente no podía comprender. Pero mi mente era masoquista y le gustaba indagar en ello.
—¿Cómo estás?—dijo mi padre mientras asomaba a su cabeza por la puerta—Tu mamá me contó lo qué pasó—dijo entrando a mi habitación mientras se sentaba en la orilla de la cama.
