"𝑪𝒉𝒊𝒄𝒂 𝑹𝒆𝒃𝒆𝒍𝒅𝒆" (𝑾𝒂𝒕𝒂𝒔𝒉𝒊 𝑮𝒂 𝑴𝒐𝒕𝒆𝒕𝒆 𝑫𝒐𝒖𝒔𝒖𝒏𝒅𝒂)

『𝟎𝟑』

Ya había transcurrido una semana desde la inesperada visita de Rika.

Desde entonces no he sabido nada de ella.

Y finalmente había llegado el día que empezaría el instituto.

Tuve que renunciar a algunos trabajos de medio tiempo y conservar los que mejor paga tienen.

Miré el uniforme sobre la cama y agarré la camisa, la deslice por mis brazos y comencé a abrocharla en mi cuerpo.

Las noticias en el televisor sobre asaltos frecuentes a mujeres, era lo único que se escuchaba en la habitación.

-¡Ultima Noticia! - Habló la periodista. - Takahashi Rika lo hizo de nuevo, en tan poco tiempo pasó de ser una modelo a una actriz con la confirmación de su participación en el nuevo drama que se estrenará el próximo mes.

Miré la pantalla, en el lado derecho un video de Rika saludando y sonriendo a sus fans y en el otro lado estaba la periodista en vivo que leía algunos tweets sobre mi hermana.

Rika consiguió lo que tanto quería...

Seguramente ella sabía sobre esta noticia desde antes que se hiciera pública.

Fugazmente recordé esa noche, ella olía a tabaco y alcohol.

Miré con atención la noticia mientras deslizaba la falda tableada por mis caderas.

Rika tenía la misma sonrisa de siempre... tan superficial...

Pero la gente se la creía y la amaba por ello.

Subí lentamente la cremallera y noté que me quedaba un poco grande.

Mordí mi labio inferior.

Ahora que lo pienso... ¿Cuando fue la última vez que comí algo?

No lo recuerdo...

Me lavé los dientes, hice un maquillaje ligero en mi rostro, acomodé el bolso y agarré las llaves.

Antes de salir miré la fotografía colgada en la pared y me acerqué a ella.

Toqué el frío vidrio con la palma.

De repente mi bolsillo comenzó a vibrar y desvíe mi atención al celular, tenía varios mensajes sin leer de Kae.

Desde ese día no respondí ni un solo mensaje de ella y no pensaba hacerlo tampoco.

Me había costado demasiado esfuerzo construir un cascarón para mantenerme segura.

Y no iba a permitir que lo rompieran tan fácilmente.

Suena egoísta, lo sé.

Pero, ya no quiero volver a sentirme miserable como en el pasado.

Cuando salí del edificio el sol golpeó mi rostro.