—Todo el mundo se siente atraído por él—escupe Mark—Es el puto Lee Jeno, pero no todos caen en la cama con él dos días antes de casarse con otra persona, vas a tener que decir algo mejor que eso.
Jaemin asiente, toma una respiración tratando de encontrar un poco de coraje y la fuerza que necesita para decir esto en voz alta—Yo siento algo por él.
—¿Qué?—Mark reacciona realmente sorprendido. A pesar de haber confesado sentir atracción al igual que todos sienten hacia Jeno, la idea de que la conexión entre él y Jaemin podría ir más allá de eso, parece superar su ira.
—Lo siento.
—¿Sientes algo por él, como amor...?—lo mira incrédulo—¿Lo amas?
—Yo...—Jaemin siente calor ahora que se lo pregunta de forma directa, siente pánico pero eso no tiene nada que ver con esta confrontación—Estoy muy confundido en este momento. Mi cabeza es un desastre.
—Eres un idiota, Jaemin—dice Mark después de un momento. Jaemin no está seguro de si está imaginando la compasión en su tono—¿De verdad crees que alguna vez él podrá corresponderte? Ese hombre no conoce el significado de la palabra amor.
Mark suena muy seguro y Jaemin piensa en sus anteriores conversaciones con Jeno, en la certeza absoluta que Jeno tiene al decir que el amor es para los tontos.
—No eres el único, ¿Sabes?—le dice Mark, casi brutalmente—Ha tenido un par de chicos como tú a lo largo de los años. Se acerca a ellos, los hace enamorarse de él, pero después, se aburre y los desecha como basura. Al igual que hará contigo.
Hace una pausay Jaemin no puede hacer nada más que tragar la bilis que sube por su garganta.
—Te he dado todo. Te he dado un hogar, una empresa, incluso he pagado la universidad de tu maldita amiga. ¿Qué más tengo que hacer?
—Nada—murmura vagamente. Apenas logra escucharlo.
Su cabeza al igual que todo su sistema se ha inundado con la verdad en las palabras de Mark. No tiene idea de qué hacer con esta información, con lo que las palabras de Mark están haciendo a su pecho, a su corazón—Nunca fui detrás de tu dinero, Mark.
—¿Qué te ha prometido?—pregunta Mark—Nada. Ni una maldita cosa. Él ya tiene lista su maleta para volver a América, ya tiene un pie fuera de la puerta y tú estás lanzando todo por la borda, ¿por él?
Jaemin quiere vomitar, siente náuseas llegando a su garganta, siente el estómago revuelto. Hay demasiado conflicto en su cabeza, hay una batalla de emociones, sus nervios están alterados no pueden hacer frente en este momento.
—No sé lo que estoy haciendo—admite, y las palabras le saben ácidas en la boca.
Mark suspira—Bueno, necesitas averiguarlo—dice—Porque si me dejas plantado de pie allí, frente a todas esas personas mañana...
Jaemin lo mira fijamente, la sorpresa le hace olvidarse un momento de Jeno— ¿Todavía te quieres casar conmigo?
Mark lo observa, sin siquiera una pizca de amor. Jaemin no lo puede culpar.
—Todos cometemos errores—dice llanamente—Y sé como es él, como consigue ser deseado—el dolor se manifiesta en sus facciones por un instante antes de desvanecerse—Podemos superar esto—dice con deliberación, casi como si estuviera hablando para sí mismo—Mientras nunca vea su rostro de nuevo.
—Pero él es tu amigo más antiguo—Jaemin no puede permitirlo, ser la causa que ponga fin a esta amistad, no quiere esa responsabilidad, no quiere tener esa sangre en sus manos.
Prefiere alejarse de los dos.
Pero al parecer, Mark ya ha tomado una decisión—Ahora, él no es nada para mí—dice con tono oscuro y doloroso. Se levanta de repente y Jaemin continua mareado con la brusquedad de la situación, la forma en que paso de despertar, cálido y seguro entre los brazos de Jeno a esto, tiene el estómago revuelto por tanta confusión, el pecho dolorido a pesar de saber que, de alguna manera, la balanza se ha inclinado a su favor, cuando eso no tiene ningún sentido en absoluto.
—Tengo que ir a casa a cambiarme—dice Mark, mirando a Jaemin de tal forma que le hace sentir sucio—Y tú necesitas bañarte. Vamos.
Jaemin no tiene tiempo ni oportunidad de oponerse. Mark camina en dirección a su apartamento y Jaemin le sigue. Cuando llegan al apartamento, Jaemin teme entrar. Si Jeno todavía está allí, esta pesadilla va a ir de mal en peor y no tiene ni idea, ni puta idea, de qué lado tomará.
Pero no tiene por qué preocuparse. Mark hace un barrido rápido por el lugar antes de volver con Jaemin que espera en la sala y con una expresión de triunfo le dice—Él se fue.
El mundo se derrumba bajo sus pies.
—¿Se fue cómo en...?
—Tomó todas sus cosas y se largó, sí—sonríe, es la sonrisa más fría que Jaemin ha visto—Te lo dije, esto es lo que hace.
Jaemin se aleja entumecido, pero resguarda cuidadosamente todos sus sentimientos, conteniéndose, incapaz de expresar nada con Mark tan sofocantemente cerca. Se mete en el dormitorio, el dormitorio que comparte con su prometido, abre un cajón para sacar ropa limpia.
Y ahí, debajo de una pila de camisetas, hay un sobre y el corazón de Jaemin salta hasta su garganta mientras lo saca. Mira por encima de su hombro para asegurarse de que todavía está solo y luego lo abre.
Dentro hay un fajo de dinero y una nota que dice simplemente: Ganaste.
Se deja caer en el borde de la cama, no puede respirar, algo araña sus entrañas y quiere gritar. Recuerda que una vez, hace no mucho, hizo una apuesta con Jeno, le apostó mil libras a que se enamoraría en el futuro cercano, era una apuesta que Jeno estaba muy seguro ganaría. Y aquí está Jaemin ahora, sentado con un puñado de dinero y una nota, concediendo su victoria, escrita por la mano de Jeno.
Sólo que no se siente como una victoria en absoluto.
En medio de una oleada de ira, dolor y confusión, regresa todo dentro del sobre y sus dedos rozan algo de metal.
Oculta en la parte inferior del sobre, encuentra la cruz de Jeno.
Esconde todo de nuevo dentro del cajón, y se va a la ducha, el agua caliente enmascara sus lágrimas, así puede pretender que no se está cayendo a pedazos, que todo dentro de él se derrumba por la pérdida.
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Ya solo falta el cap final y acaba esta hermosa historia:( gracias por todo su apoyo♡
