Quiero ser tu medicina

Capítulo 1: Un viaje en ascensor

Ellen:

Un día comienza cuando el sol, que ha permanecido escondido toda la noche, sale y nos muestra su brillante e intenso color. Un cielo azul se posa sobre nuestras cabezas y de vez en cuando vemos como pasan los algodones del cielo, las nubes. Un día puede ser el mejor de tu vida o por lo contrario puede ser el mas jodido de tu existencia. En mi caso, fue la primera opción.

Estaba a punto de salir de casa, llegaba tarde a una reunión, cosa bastante típica en mi. Mientras iba de camino hacia el taxi que había pedido minutos antes, porque así soy yo, tengo treinta y pico años y no soy capaz de sacarme un puñetero carné de coche. En fin, mi móvil comenzó a vibrar en mi bolsillo. La pantalla se iluminó, dándome a conocer la persona al otro lado del teléfono.

-Hola- Dije con una voz algo amarga porque no estaba en condiciones de ir perdiendo el tiempo hablando con la gente.

-¿Así recibes a la persona que te acaba de conseguir un casting?

-Lo siento mucho, estoy algo tensa porque últimamente no se me organizar y voy estresada por la vida, de hecho, me has pillado de camino a una reunión.

-¿Te has buscado a otra que te represente? Como me puedes hacer esto... a mi, tu mejor amiga desde hace 10 años.

-No es una reunión de trabajo. Y que sepas que yo a ti no te abandono por nada ni por nadie del mundo. Bueno, excepto que seas Jennifer Aniston ofreciendo una cita.- Me rio al finalizar mi frase.

Ambas nos reímos. Marta es mi mejor amiga, la primera que conocí al mudarme a Los Ángeles, la que me abrió las puertas a su casa y me mostro el durísimo mundo del cine.

-Bueno, entonces ¿de que es la reunión?- Insiste Marta.

-Pues a ver- Comienzo a explicar mientras me subo en el taxi- ¿te acuerdas de aquel loco que vivía enfrente mío, ese del que te hable hace un par de años? Bueno, el caso es que ahora resulta que me ha denunciado el por acoso. He quedado con mi abogada para terminar de zanjar el asunto y que ese gilipollas me deje en paz de una vez.

Después de un tedioso trayecto, llego ha la oficina de abogados y cuelgo. No tenia razones para estar nerviosa, hemos presentado las suficientes pruebas para demostrar que el acosador fue él y no yo. Mientras esperaba a que el ascensor llegara a la planta cero, un hombre, de una edad similar a la mía, se sitúa a mi lado izquierdo. Las puertas del ascensor se abren y doy un par de pasos hasta situarme dentro del ascensor. El chico, entra tras de mi.

-¿A que piso vas?- Me pregunta con una voz bastante grave y algo ronca.

Antes de que mi boca pudiera interpretar cualquier palabra, mis ojos recorren cada centímetro de su silueta, de su masculina y sensual silueta, porque a quien voy a mentir, los hombres en traje deberían ser ilegales.

-Al quinto.- Respondo yo con una voz algo tímida.

El hombre, se apoya en un lado del ascensor y se mantiene completamente en silencio. Solo se escucha su respiración. Desprende un olor algo fuerte, lo que me da a entender que lleva como treinta quilos de colonia. Su ropa parece de marca, a si que lo mas probable es que sea o rico o alguien famoso.

Después de mi examen detallado, la silueta me mira y yo le devuelvo la mirada.

-Soy Patrick. -Dice tendiéndome su mano.

-Ellen. -Le respondo el saludo.

-¿Qué te trae por aquí Ellen?- Pregunta cruzando sus brazos en el pecho. No es que tenga un cuerpo musculoso, pero tiene algo, aun no sabría decirte el que pero algo hay.

-No me apetece contarle mis problemas a un desconocido.

-Los desconocidos son las mejores personas a quienes contarles tus problemas, ya que al no conocerte, no te van a juzgar.

-A si que tenemos un filósofo entre nosotros.- Menciono con una tono algo burlón.

-Esta bien, no me cuentes tu vida.- Se crea un silencio bastante incomodo, un silencio denso, de esos que te ponen nerviosa y no sabes que hacer para no empeorar la situación.

-Un loco me acosaba, me mudé, intento ser actriz y mi representante esta loca.

-¿Eres actriz?

-Si. En realidad, aun no he participado en nada grande, pero mira, justo esta mañana me han llamado para un casting.

-Yo también soy actor. No es que haya hecho muchos proyectos la verdad, a si que, como persona que trabaja en el mismo mundillo te digo. Las estrellas mas grandes brillan desde la oscuridad.

-¿Y eso que quiere decir filosofo?

Patrick da un paso más cerca mío. Sonríe tímidamente. Sus ojos azules me llegan hasta el alma, los noto inspeccionar los míos, como si se trataran de una sopa de letras en las que buscas las palabras claves. Pero por mucho que espero, no me responde. Al llegar al cuarto piso el ascensor se detiene y el sale de este diciendo.

-Nos veremos pequeña estrella.

Las puertas del ascensor se cierran. Mi cabeza solo piensa en una cosa. Una silueta con unos preciosos ojos azules. 

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Espero que te haya gustado este primer capitulo de mi nueva historia. Voy a ir actualizando poco a poco. Deseo que disfrutes tanto de la historia como yo voy a disfrutar escribiendola.