Cinco letras

Son cinco condenadas letras. Simples. No sonidos extra. No pronunciaciones raras. ¿Entonces por qué no puede decirlas?

Le come la boca cada dos por tres. Han hecho muchas más cosas, pero cuando se las va a decir no puede evitar sentirse muy nervioso.

No había sido un problema antes.

Incluso hoy día, está seguro de que Luzu no se enojaría con el incluso si jamás las dice. Así es como es Luzu, nunca ha intentado cambiarlo. Y eso hace que sea el doble de importante decir esas putas cinco letras, porque, aunque él no las pide, sabe que le pone triste no escucharlas. Y la verdad una parte de el mismo habia decidido dejarlo como un hecho que ambos sabían, aunque no se dijera.

Pero como siempre tenía que llegar "Auroncito" y hacerle sentir ganas de explotarle la vida con TNT.

Él las decía tan fácil. Claro es porque él no las siente. El muy rata segura no siente nada. Y aun así, Luzu se notaba contento al escucharlo y le devolvió el abrazo dándole esas palabras que todos en el universo sabe que no se merece.

Y sabe que es su culpa. Luzu se las dice.

A veces en ese último beso con un suspiro tierno después de estar juntos. Con los ojitos entrecerrados antes de dormir mientras le toma la mano. O cuando el castaño ya se va a su casa. Se asegura de decírselo antes de separarse con ese gesto que le llena el pecho de calidez.

Por eso se siente imbécil porque a pesar de todo aún le cuesta tanto hacerlas salir de su boca

—... Que son solo cinco letras no entiendo como no me salen —

Se quejo ante la ceja alzada de su mejor amigo emplumado que se terminó riendo —pues puedes solo decirle cinco letras y entenderá. Digo, aunque ambos tienen casa propia, pero si quieren hacer el delicioso en un hotel, una vez con Vegetta fuimos a uno con una bañera enorme y... —

—¡Cállate! Que no necesito saber qué haces con Vegetta gracias. Pero no hablaba de esas cinco letras —

Nunca creyó vivir para el día que Fargan se burlara de él y su timidez.

Que no es tímido.

Solo.

Solo le pone nervioso. La cara le arde y la lengua se le enreda

Luzu lo dice y le sale tan bien.

Bien. La misión de decirle a Luzu esas dos palabras debía empezar.