Noa se quedó muda de asombro por su contestación y la forma en la que se lo dijo. Lo negó con tanta rotundidad que al final creyó que se había equivocado por completo, y se maldijo por ser una entrometida.

-Lo-lo siento Asha. -se disculpó consternada. -En ningún momento lo dije con mala intención, todo lo contrario. Creí con sinceridad que tú sentías lo mismo, pero es evidente que me he equivocado. No quiero que creas que soy una chismosa, yo...

Se acercó a ella con verdadero arrepentimiento en la mirada.

-Yo llevo poco tiempo aquí y te considero una amiga. Y por nada del mundo me gustaría perder eso. Discúlpame si mi actitud te ha molestado...

-Tranquila Noa. -la interrumpió la mujer abandonando su pose seria para mirarla ahora con interés. -No hace falta que te disculpes, no pasa nada.

Asha estaba desconcertada con la conducta de la española, no hacía más que sorprenderla con su forma de ser tan contradictoria. Por momentos era amable y cordial y en otros una verdadera arpía. No es que se hubiera portado mal con ella, todo lo contrario, no tenía nada malo que decir al respecto, pero con Alonso era todo lo contrario. Y eso hacía que no pudiera fiarse de ella. Aunque para ser honestos, la actitud del guía para con Noa tampoco era para echar cohetes. Pero era como si hubiera dos personas en su interior. La mujer que era amable con todo el mundo, cercana y amistosa. Y la que era déspota y repelente con su jefe. Otras veces hablaba sin parar de sus amigos y de su vida en España, para después cerrarse en banda cuando le preguntaba por su familia. Por momentos pareciera que coqueteaba con Pierre y que tuviera un interés personal por él, para después insinuarle que el chef estaba interesado en ella y que no pondría ningún reparo sobre una relación entre los dos. Y se preguntó, ¿a qué estaría jugando? ¿Quién era verdaderamente Noa Montalbo? Para ella era un auténtico misterio.

Pero lo que sí tenía muy claro, es que desde que había llegado allí el francés estaba muy interesado en ella. Y aunque se negara a reconocerlo, no podía evitar que ese hecho le doliera. Y lo peor de todo es que ella misma había provocado eso, pues su actitud distante y fría con él había propiciado que Pierre buscara apoyo en otra mujer. Contrariamente a lo que le acababa de decir, era consciente de las atenciones y el cariño más allá del laboral que el chef le había demostrado en más de una ocasión, pero que ella siempre había cortado tajantemente. Porque a pesar de que sentía lo mismo, nunca... jamás, podría llegar a tener nada con él. No después de lo que le habían hecho. Era una losa que cargaría en sus hombros el resto de su vida.

Parpadeó varias veces alejando esos funestos pensamientos para centrarse en la que ahora era la directora del hotel.

-Todo está bien, no te preocupes.

Su jefa sonrió aliviada y aprovechó ese momento para cambiar de conversación.

-Y ahora que ya hemos terminado con el trabajo atrasado, ¿qué es lo que quieres hacer a continuación?

-Pues había pensado en hacer algunos cambios en la página web. También he comprobado que no tenemos Facebook, ni Twitter, y las redes sociales hoy en día son muy importantes. Me gustaría también hacer un sondeo de mercado para poder rivalizar en ofertas y precios con nuestros competidores, o incluso ofrecer alguna actividad que nos diferencie de los demás. Abrir una cuenta en Youtube para que los clientes puedan colgar sus viajes del safari, o incluso un blog donde...

De repente se quedó callada cuando se percató de la cara de asombro de su compañera.

-No tienes ni idea de lo que te estoy hablando, ¿verdad?

Asha negó con la cabeza apenada y ella sonrió divertida.

-No te preocupes, yo te enseñaré todo lo que tienes que saber. Pero creo que por hoy ha sido suficiente, nos merecemos un día de relax. Y ya mañana nos pondremos manos a la obra, ¿qué te parece?

Safari, a la caza de tu amor. Publicada por Zafiro (Grp Planeta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora