Por la ansiedad que estaba sintiendo en el momento, apenas vi que el autobús se acercó, ni bien se abrieron las puertas entré antes de que se cerraran de nuevo, para que ni dos segundos después escuchara el silbato de Iida-kun.

—¡1-A, reúnanse!, ¿Formen dos líneas con su número de estudiante para hacer que el abordaje al bus sea pacífico! —dijo soplando su silbato y apuntando hacia la puerta. —Vayan hacia la puerta en fi... ¿Haru-chan? ¿En qué momento entraste? No te vi pasar.

—Llámame kitti patitas suaves —dije, para luego caminar hacia el último asiento del autobús, cuando las puertas se abrieron de nuevo comenzaron a subir los demás, y mi compañera de asiento sería Momo.

Pensativa en porqué este sentimiento de que algo malo sucedería no desaparecía, me vi interrumpida por una voz amable.

—Disculpa Haru, ¿aceptarías cambiar de asiento conmigo? —Era Jirou, quien parecía desesperada por hacer un cambio, supongo que por estar al lado de su amiga en el viaje.

—Está bien —dije sin pensar, para cuando ya me había parado me dio por preguntar. —¿Y tú al lado de quién ibas?

—De Bakugou —dijo sentándose la muy traicionera, dándome una sonrisa de "lo siento, pero no me arrepiento".

—¿Qué? Esto es traición amigas —dije señalándolas para que les diera vergüenza.

—Lo siento Haru-chan, pero tú eres la única que lo puede soportar.

—Ya no importa —dije caminado hacia donde estaba la rubia, e ignorando su cara de "ni se te ocurra", me senté en el único asiento libre que quedaba.

—¿Qué haces aquí? —dijo en un tono molesto.

—Estudio aquí —dije tomándole del pelo.

—¡¡¿Te crees muy graciosa, asmática?!!

—Sí —dije sonriéndole.

No me contestó como creí que lo haría, solo se quedó en silencio y se volteó hacia la ventana, pasó mucho tiempo así, hasta que los chicos comenzaron a hablar.

—Oye, hablando de gente brillante y fuerte, esos serían Bakugou y Todoroki, ¿no? —exclamó Kirishima, a lo que le interrumpí.

—De hecho, Bakugou siempre tiene esa cara de perro enojado, así que no creo que sea muy popular, o al menos no por algo bueno.

—¡Qué demonios! ¡¿Quieres pelear?! —dijo gritando el rubio cenizo, casi botándome del asiento.

—¿Ven? –dije señalándolo. —Perro rabioso —reafirmé, para luego hacerlo a un lado, obligándolo a sentarse como gente decente. —Ni siquiera te conozco de hace mucho. —Al menos no en persona... pensé. —Pero que ya sé que tu personalidad es pura ira y amargura no dice cosas buenas de ti.

—¿Qué demonios sucede contigo maldita asmática! Si pelearas conmigo te ganaría hasta con los ojos cerrados.

—En tus sueños.

—¡Te matare!!!

—¿Solo eso tienes para decirme rubia explosiva? Parece que no te acostumbras a ser molestado.

—¿Rubia explosiva...? —escuche decir por lo bajo, de una voz que reconocía.

—Así es Midoriya, una rubia explosiva —contesté alzando la voz y dándole a Bakugou una mirada retadora.

—¡Es tu muerte!!!

—Ya llegamos, dejen de bromear —dijo el sensei, impidiendo que Bakugou me explotara la cara.

• Suspiro Temporal • [~BNHA~]Where stories live. Discover now