Era Bakugou, quien también estaba sujetado del brazo, por Kirishima, quien se tomaba del borde del vidrio que quebramos al salir.

—Ok, todo bien —dije soltando un suspiro.

—¿¡Esto te parece un "todo bien"?! —dijo el rubio que trataba de no dejarme caer.

—Solo tengo que llamarlo ahora —dije mientras sacaba el teléfono que me había dado kirishima.

Mientras tanto con el símbolo de la paz...

No puedo comunicarme con Trece ni Aizawa... cualquiera que sea la razón, estoy siendo negligente con mis deberes de enseñanza por lo que sucedió en horas fuera del trabajo. Hice algo idiota, ¿qué debo decir al final? Puedo mantener mi forma por unos diez minutos más o menos...

¡Rin Rin! escuché sonar desde mi teléfono, pero cuando lo tomé el número que marcaba era totalmente desconocido para mí. Lo contestaría, pero recordé como Ima-chan me contó una vez que los números desconocidos podrían ser acosadores o fans que de alguna manera consiguieron mi número... ¿contesto la llamada? ¿o la cuelgo?

Por estar titubeando entre hacerlo o no, aquel aparato dejó de sonar, cosa que me hizo calmarme un poco, quien sea que quisiera jugarme una broma, ¡yo soy más listo!

...

—¡¿Cómo que no contesta?!

—¡Es muy raro!, siempre contesta a las llamadas, aunque podría ser que me haya hecho caso en lo que le dije de no contestar números desconocidos.

—Oh, ¡pero que buen momento para tomar concejos de una niña asmática! —exclamó Bakugou mientras trataba de asegurar su agarre hacia mí.

—Lo volveré a llamar...

...

—Está volviendo a sonar... —me dije mientras veía el mismo número otra vez, ¿y si era alguien en peligro? ¿o alguien que me conoce y me necesita? No estaba seguro, pero había vuelto a llamar así que me necesitaba, tomé aquel aparato, presioné el botón para contestar y con la voz más seria que pude contesté.

—¿Hola...?

—¡Tio All might! —escuche decir desde el teléfono, una voz que reconocería en cualquier parte.

—¡Ima-chan! Lo siento por no estar ahí, supongo que Aizawa te dijo el por qué, pero cuéntame, ¿cómo van las clases?

—¡De lo peor!, ¡vinieron los villanos y te necesitamos aquí ahora!

—¿Qué? —Al escuchar lo que Ima-chan me estaba diciendo inmediatamente me puse en forma de combate y salí de la sala de profesores. —Tranquila, llegaré en un momento, hasta entonces mantente a salvo y no te pongas en peligro.

—¡Sí!

Apenas colgó la llamada, me puse en camino hacia los demás.

Mientras tanto con Haruka y los demás...

—Ya viene hacia aquí —dije colgando el teléfono y guardándomelo en la bolsa.

—Bien —contestó Bakugou, para luego jalarme de un tirón y sujetarme de la mano. —Ya está, súbenos.

Y así, kirishima nos ayudó a colocarnos de una manera que viéramos por el hueco del cristal sin caernos.

—¿Ahora qué hacemos? —preguntó el pelirrojo mientras mirábamos hacia dentro del domo, donde se apreciaba desde un plano muy espectacular, como Aizawa estaba peleando con muchos villanos a la vez.

—Pues tendremos que bajar —dije mientras tronaba mis dedos.

—¿Y eso cómo? —cuestionó el rubio mientras se asomaba a mi derecha.

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