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La mirada de Lee siempre estaba en él, observando como hablaba con sus nuevos amigos. No le molestaba en absoluto, pero de vez en cuando se sentía apartado del grupo. Lo peor era que Han no se daba cuenta de ello, era tan distraído que se la pasaba contando cada detalle de sus sueños a los demás.

Estaban en el comedor de la escuela, donde la mayoría de veces hablaban solos. Hoy en día las cosas habían cambiado lo suficientemente para que Minho no se sintiera del todo bien, necesitaba la completa atención del menor.

— ¿Dices que en tu sueño se besaron? — Preguntó Felix manteniendo la risa.

— ¡Si! ¡No sabes lo real que se sintió! — Comentó emocionado — Fue muy hermoso.

El rubio miraba como le brillaban los ojos, parecían dos esferas de cristal precioso. Le molestaba la clase de sueños que mantenía, más si se trataba de aventuras salvajes con uno de los más populares del secundario.

Odiaba a Bang, ese tipo que iba de cama en cama buscando recuperación emocional. Todavía no podía entender qué tenía de atractivo, mucho menos para el gusto de Jisung. No le importaba lo que sentían los demás por el australiano, sino lo que sentía el castaño.

— Minho ¿Vienes o no? — Preguntó el menor del grupo, Jeongin — Tenemos clases de Filosofía, no sabes cuánto odio esa materia.

— No entiendo como la puedes odiar, el profesor es muy divertido — Dijo mientras se levantaba de la silla.

Por lo general no era tan distraído, pero ese día andaba más pensativo de lo normal. Ésto no pasó el castaño, quién pasó uno de sus brazos por los hombros del mayor para demostrarle su apoyo. Lee amaba el contacto físico tan cercano con su mejor amigo, pero últimamente lo sentía lejano.

Entre todos entraron al salón, recibiendo la noticia de que el docente estaba de licencia por el nacimiento de su segunda hija. Yang suspiró aliviado, al parecer no había terminado los trabajos.

Como siempre se sentaron en el fondo, dónde podían hablar sin ser interrumpidos, pero Minho ya no lo veía así. Cada vez que intentaba hablar alguien lo interrumpía, empezaba a sentirse solo.

— ¿Te quedarás a dormir en casa? — Le preguntó Jisung con una sonrisa.

Hace rato no recibía esa propuesta para él, mucho menos sin los otros de por medio, así que aceptó lleno de emoción.

Lamentablemente...

— ¿Por qué lo invitas a él solo? — Ahí estaba de nuevo esa discusión, tendría que soportar a los otros en su momento especial.

— Hace rato no tenemos una pijamada solos, además tenemos que hablar de muchas cosas importantes — Contestó brindándole una calidez en el pecho a Min.

Esas simples palabras causaron un huracán de emociones en Lee, quien desde hace rato sospechaba de su corazón. Ésta vez podría volver a los antiguos momentos, en donde eran solo ellos.

La mañana siguió como de costumbre, risas y gritos por parte de su grupo. Ahora Minho no podía borrar la sonrisa de su rostro, pasaría la noche con su mejor amigo.

Adoraba cuando sus miradas se cruzaban y se quedaban así por minutos eternos, eran cosas mínimas que revoloteaban el corazón. No sabía desde cuándo eso sucedía, pero no le molestaba en absoluto.

A pesar de no seguir siendo tan inseparables como antes, habían cosas que se mantenían. De vez en cuando el rubio lo tomaba como un refuerzo a lo que ya tenían, pero otras veces su mente le hacía malas jugadas. Lo que menos quería era dejar de hablarle como siempre lo habían hecho.

— Jisung — Habló alguien a lo lejos, una voz irritante y tan conocida.

La sonrisa que antes mantenía en su rostro fue decayendo a la vez que el muchacho adelantaba sus pasos.

— H-hola Chris — Saludó tímido el castaño.

Las fantasías del mayor cayeron de nuevo, Han adoraba alguien más. Ya no le daba atención como antes, las cosas que permanecían se iban alejando. No era su centro de atención como cuando eran niños, estaba totalmente obsesionado con alguien más.

Jeongin miró al rubio, la manera en la que su rostro se volvía serio y sin vida. Hace rato lo notaba distante, desde que Sunggie empezó hablar de Bang. Lo mismo pasaba con Felix, ellos sabían lo que escondía en lo más profundo de su corazón.

— Te quería preguntar si querías salir conmigo ésta noche — Le comentó Chan.

El bajito no quería decidir, sabía que no tendría otra oportunidad como así en la vida, pero tampoco quería decepcionar a Lee.

Yang y el pequeño austaliano esperaban una respuesta correcta, sabían lo que Christopher planeaba hacer, era más que obvio.

— Él no puede — Dijo Minho con los nervios de punta — Hoy quedó conmigo.

Internamente, sus amigos festejaban a los gritos, mientras que en la realidad solo se quedaban callados observando todo con atención.

— ¿Tu quieres quedarte con Minho o salir a tomar algo conmigo? — Se dirigió hacia Han.

El castaño lo pensó, llegando a una conclusión temprana y muy inocente de su parte. Estaba tan perdido en Chan que no pensaba en lo que podría llegar a sentir una persona que conocía perfectamente.

— Honnie ¿Quieres dejar lo de hoy para otro día?

Quería negarse, decirle el tipo de persona que era Chris, necesitaba llorar; pero tampoco podría privarlo de salir con alguien más. Solo le limitó asentir cabizbajo, otra vez con las esperanzas por el suelo. Quería que las cosas volvieran hacer como antes, ya no quería a ese chico en su camino.

Mientras tanto Jisung estaba muy feliz de poder salir con Bang, imaginando miles de situaciones sumamente románticas y sumamente empalagosas.

El australiano mayor se había ido luego de quedarse hablando un rato con el castaño, dejando un silencio incómodo y tenso.

— ¿Eres un poco tonto o me parece?— Soltó Yang frustrado.

— Creo que si es tonto — Añadió Felix de igual manera.

— Oigan ¿No están felices de que su amigo saldrá con el chico que le gusta? — Preguntó cruzando sus brazos con enojo.

Los dos negaron, no estarían felices de ver a Minho tan deprimido. Bang solo lo utilizaría, algo que desataría la ira del gran Lee, sabían que después las cosas se pondrían peores.

— Min ¿Quieres venir a casa? — Habló Jeongin con cariño, sabía que lo necesitaba después de ese feo golpe de realidad — Felix hará tarta de manzana, esa que te gustó la última vez.

Y ahí los veíamos otra vez, intentando subir los ánimos de alguien que se sentía rechazado por su alma gemela.

— No gracias — Respondió gruñón.

Lips || Minsung Where stories live. Discover now