Un final feliz

Parte 2 | Secretos bien guardados |

Despertó con los rayos del sol golpeando su cara. Su cabeza punzó y apenas podía abrir los párpados pero cuando se giró y sintió el hueco vacío una gran decepción la llevo. Bucky se había ido. Se sentó en la cama sin muchos ánimos y sintiéndose como una idiota. Se había acostado con su ex en una noche de tragos. Al parecer todo lo que había ocurrido semanas antes, lo que Natasha mencionó como su coqueteo repentino solo fue, entonces, para llevarla a la cama.

Estaba en casa de Stark aún, en una habitación de invitados y envuelta en sábanas de seda. Sin embargo, en la mesita de noche a su lado, había un vaso de cristal con agua y un bote de píldoras para la migraña. Pero no fueron esas cosas las que llamaron su atención, más bien, fue la nota que estaba a su lado.

"Misión importante. Te veo el Viernes en nuestro café favorito.

—Jaime"

Sonrió tontamente mientras acariciaba el papel con la fina letra de James y su firma. La conocía perfectamente, claro que era de él. Sus clásicos remates en la curvatura de la "J" y la "B". Se vistió y salió con disimuló de la mansión Stark, o eso creía ella sin saber que mirando por las cámaras de seguridad, Visión sabía de lo ocurrido.

Tenía atracción por Wanda, era alegre, sensible y muy humana, cosa que a él solía costarle. Sin embargo, ella parecía seguir enamorada de James Barnes y por lo tanto tal vez no tenía una oportunidad. Su padre le dijo que la invitará a cenar, que la llevará a casa, pero era tan tímido que siempre que estaba a medio camino, regresaba por el pasillo.

Stark le dijo que era casi imposible que Wanda volviera con Bucky pero no le reveló la razón. Mientras trataba de armarse de valor para invitarla a salir, la misma Wanda estaba confundida con sus sentimientos. Natasha la escuchó atentamente después de burlarse de ella y gritarle que había caído en su trampa.

—¿Entonces?

—¿Entonces que?

—¿Qué sucede entre Bucky y tú? Porqué es más que claro que esto cruza los niveles de "Amistad" que ustedes dicen tener— Wanda solo se tapo la cara con las manos, hasta que el pequeño James tomó sus manos y se las quitó del rostro— Parece que es más complicado de lo que dices.

—Lo es...— admitió la castaña mientras le construía a los pequeños Rogers una torre. Ambas estaban sentadas en la alfombra, rodeadas de bloques de juguete y un par de bebés— ¿Qué se supone que somos ahora? Digo, seguimos hablando como si nada hubiera pasado...

—Parece que te afectó más a ti que a él.

—¿Será porque nunca dejé de sentir algo por él?— Natasha asintió con la cabeza— Antes, sabía leer a Bucky, podía adivinar si tenía algo o necesitaba alguna cosa... Ahora solo sé que le sucede algo, pero no sé exactamente qué es.

—Bueno nunca ha sido muy abierto pero si no te sientes segura entonces toma tu distancia..

—No es tan sencillo Nat.. Es solo que en todo este tiempo no volví a sentirme tan viva como esa noche, nadie me beso como El lo hace.

—Wan.. no puedo ayudarte. Estás perdida, enamorada, nunca dejaste de estarlo.

Wanda echó la cabeza hacia atrás descansando en el asiento del sofá— Esto es un asco...

—Solo deja las cosas fluir y ve que pasa... Tal vez te encuentres con una sorpresa— le guiño el ojo, Wanda lo intuía y esperaba que fuera buena.

Más tarde, ese día, se encontró con Bucky en un viejo restaurante de sushi, Yori Nakajima era el dueño del lugar y los conoció desde que eran universitarios y no dudo en felicitarlos en cuanto los vio de nuevo.