-Enamorada De Mi Peor Enemiga-

Cap.-16

Cristal

 

Tú, tú, tú y otra vez…tú.

Jeans rasgados y ajustados, lindas piernas, botines negros estilo militar, camiseta negra ajustada, busto más desarrollado, pulseras con picos, gorro estilo hipster, piercing en el labio, cadenas, ojos mas relucientes, algo mas alta, un leve toque de rímel,  delineador y una mirada encantadora de chica de 20 años, ella, más hermosa, más misteriosa, su mirada parecía perdida. Marceline.

Cristal: Eh…M-marcy…

Marceline: No me llames así por favor.-ella empezó a caminar en sentido contrario.

Cristal: Oye, vamos, no seas cruel.-la tome por el brazo.

Marceline: ¿Así como usted lo fue conmigo?

Cristal: Yo….-se soltó de mi, y se fue en dirección rumbo a un callejón.- Ja, no me vas a dejar así querida.-dije entre dientes y la perseguí.

El callejón estaba vacío, era imposible que un auto entrara por ahí, el suelo estaba cubierto de pasto y unas cuantas flores que quizá alguien planto o que se yo. Ella iba caminando rápido, con su mochila colgada de un hombro, camine hasta alcanzarla y logre acorralarla.

Cristal: No pretendas que somos desconocidas, así que no me hables de “Usted”.-dije con seriedad

Marceline: Le hablo de “usted”, porque para mí es una completa desconocida.

Cristal: P-pero, ¿y lo nuestro?-pregunte con lagrimas en los ojos.

Marceline: Lo nuestro….-giro su cabeza en otra dirección evitando contacto visual y soltando un suspiro.-…lo nuestro no fue nada, solo fue un error, una tonta confusión.

Sus palabras parecían ser balas atravesando mi corazón, una a una me mataban, me destrozaban poco a poco.  ¿Cómo podía recuperar lo que una vez fue mío?

Cristal: Marcy…digo, Marceline, ¿Cómo podría recuperarte?

Marceline: No puedes, ya no es posible.

Cristal: Solo dame una oportunidad, podríamos empezar de nuevo.-dije con los ojos cristalizados.

Marceline: ¿Quién te crees que eres? , ¿Quién crees que soy yo?, no seré mas tu tonta, y aunque más lo pida mi corazón a gritos tenerte en mis brazos es imposible.-entonces ignore aquello ultimo que dijo y la tome en mis brazos, la abrace

Cristal: Ignora a tu corazón, claro que es posible….-respire hondo, la abrace más fuerte para poder impregnar su esencia sobre mí, para poder hacerla mía otra vez, para que mis sentimientos le llegaran.

Marceline: No…esto no está bien.- se soltó poco a poco.

Cristal: ¿Por qué no?

Marceline: Porque ahora que no puedes tenerme…de repente me quieres.

Cristal: ¿Qué quieres decir?-dije confusa.

Marceline: Que ahora que estoy con alguien más, llegas de la nada, haces como si nada hubiese pasado y dices que me amas y me extrañas, que todo sea como antes, pero no, no será así, no caeré a tus pies otra vez, no mas Cristal.

Tal y como dije, su personalidad eran el arma más peligrosa y sus palabras eran las balas más poderosas.

Marceline

Quizá estaba loca por decirle todo aquello, pero no era broma, en realidad estoy con alguien más, odio haberla dejado así, pero ella me lastimó hace tiempo, quizá digan que el tiempo lo cura todo, pero no, para mí no, yo estaba, estuve o capaz aun estoy enamorada de Cristal, pero no iba a volver a tirar mi orgullo y dignidad. Si algo me enseño la vida, es a no ilusionarte con la primera persona que diga amarte.

Marceline: Lo siento.

Cristal: Discúlpame, créeme que puedo cambiar, de hecho ya cambie, solo, dame una solo oportunidad, es lo único que te pido, ¿tanto te cuesta?-parecía estar a punto de romper en llanto, aquella imagen no me la sacaría de la cabeza ni con psicólogos, Cristal, la chica mas fresa, popular, adinerada, y con mil millones de pretendientes a sus pies con la misma posición económica que ella, llorando por una chica sin mucha gracia, enserio era imposible de creer.

Marceline: Lo siento yo, enserio, te agradezco por mostrarme quien realmente eres y no, gracias, no necesito otra miseria en mi corazón.

Lo único que pude hacer fue, tocar su hombro. Entonces ella me abrazo, yo…yo no podía corresponderle el abrazo, solo me quede ahí, parada sin hacer un movimiento así como un poste. Esto ya no significaba nada, mi corazón estaba hueco, los latidos se sentían  vacios.

Cristal: Marceline.-susurro a mi oído.

Marceline: Ahm… ¿sí?

Cristal: Voy a recuperarte a como dé lugar.- y ahí fue de nuevo, atrapando mis labios, sellándolos con un beso, un beso, un estúpido beso, ¿Cómo puede atreverse a hacer eso?, mis ojos se cerraron inconscientemente, maldita.

Marceline: Te odio.-dije realmente molesta.

Cristal: Te odio mas, tonta.-dijo sacando la lengua.

Realmente no sé cómo me pude fijar en ella, es un fastidio con patas.