Probablemente.

En başından başla
                                    

La omega unos segundos después se levanta y camina hacia al baño sin decir una palabra, cerrando la puerta tras ella y Tzuyu nuevamente queda en la oscuridad de su habitación ahora sola, extiende sus pies y se acuesta sobre su cama.

Sentía sus ojos aún pesados y adormilados a pesar que se haya lavado la cara con agua fría, luchó contra el sueño que estaba tratando de adueñarse de su cuerpo y se mantuvo despierta observando el techo de su habitación, estiró su mano hacia su teléfono que estaba tirado en el suelo y observó la hora, eran las 5:21 de la mañana, observó dos veces para confirmar que lo que estaba viendo era real y no una ilusión de sus ojos, pero sí, si eran las 5:21 a.m.

Con su teléfono en la mano volvió a su lugar y dejó caer su cabeza sobre la almohada y soltó un largo suspiro, puso su antebrazo sobre sus ojos ahora cerrados ¿qué haría despierta tan temprano?

El ruido de la puerta del baño abriéndose la saca de la nebulosa en la que estaba. Quitó la mano sobre su rostro y observó a la omega que ahora caminaba hacia ella, parecía tímida y apenada, podía ver como ahora también llevaba una cola y leves mechones de su cabello caían a sus costados, pero éstos ahora si eran parte de su peinado.

La omega se queda de pie justo a su lado, no tan cerca de la cama pero a la misma altura, Tzuyu se apresura a sentarse y le señala que puede sentarse junto a ella pero la omega se queda aún de pie.

—No sé cómo agradecerte.—Nayeon rompe el silencio aún mirando hacia el suelo y sus manos juntas al frente, su voz es suave apenas pareciendo un susurro.

Tzuyu no sabe qué es lo que la impulsó a tomar una de sus manos.

Extiende sus manos y toma una de la omega y la acerca un poco más, Nayeon parece vacilar en sus pasos pero al final se deja llevar por la alfa y queda justo al frente de ella.

A pesar que tenía la cabeza gacha no hacía contacto visual con la alfa, evitándolo de cualquier forma, Tzuyu aún no suelta su mano, sus dedos ahora colgaban de los ajenos.

—Podría pagarte si quieres, hacerte un favor… no lo sé.—la omega vuelve a hablar, su voz parecía colgar de un hilo, su tono era tan bajo que Tzuyu podía asegurar que solo la podía escuchar gracias a la cercanía que ahora tenían.

—No tienes que hacerlo.—asegura mirando a su rostro avergonzado, su cabeza un poco levantada ya que ella aún seguía sentada y la omega de pie.

—¿Ah no?—Nayeon finalmente conecta sus miradas, sus ojos eran muy expresivos. Confusión, timidez, vergüenza transmitían ahora.

—No.—afirma y hala suavemente a la omega hacia al otro extremo de la cama, la mujer pareció entender que quería que se sentara lo cual lo hizo—Me conformo con saber que pasaste la noche conmigo y no con algún tonto desconocido.

Nayeon ahora sentada justo delante de ella esconde su rostro entre sus manos, suspira profundo y en un susurro dice:—Debo estar volviéndome loca, jamás me había pasado esto.—parecía decirlo más para sí misma que para Tzuyu.

—Quería decirte que…—habla la morena luego de un largo silencio que compartieron en la oscuridad de su habitación, pero no culmina, niega con su cabeza y cambia lo que tenía pensado para decir—¿Estás segura que no conoces personas buenas?—pregunta después de su pausa, su mirada ansiosa hacia notar cuánto esperaba la respuesta de la omega pero ella no lo notaba porque aún no volteaba a mirarla.

Un refugio para dos | NATZU G!PHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin