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pensamientos individuales
pensamientos compartidos

🏐✨🏐

Yahaba despertó primero la mañana siguiente, tenía una especie de reloj interno que lo despertaba automáticamente 10 minutos antes de que alguna alarma suene, por lo cual no molestaría a las personas con el ruido.

Se sentó en la cama con un pequeño dolor en el cuerpo por haber dormido en la misma posición, se estiró y volvió en sí al darse cuenta de la situación.

Volteó despacio, viendo si podría echarle un ojo a cómo dormía el rapado.

P-por dios...

Se le formó una sonrisa de esas que ocurren inconscientemente cuando uno tiene mariposas en el estómago, y su cara se tiñó de un lindo color rosado, se podría decir que estaba hirviendo de amor.

Está profundamente dormido y oh.

Su rostro durmiente reflejaba tranquilidad, algo que jamás había visto. Sus expresiones estaban relajadas, y el sol mañanero que entraba por la ventana le daba el toque. No entendía por qué estaba enojado todo el día.

Él se ve tan... tan bien, no puedo explicarlo, muy pacífico para ser él. Me siento aliviado, siempre parece enojado e irritado por todo, pero cuando está dormido él está bien.

Oh, se movió. Debería despertarlo ya.

— Kyoutani, ya es hora de despertar.— susurró, y suprimió el impulso de acariciarlo.

Creo que se acaba de cumplir un sueño que nunca pensé tener, musitó Kyoutani para sus adentros.

Algo perezoso, empezó a abrir los ojos, mala idea, porque sus cara se incendió apenas lo vio.

No creo en nadie pero, gracias ente todopoderoso por darme esta vista.  

Kyotani vio a su compañero algo avergonzado, mirándolo a los ojos; Yahaba vio a su compañero recién despierto, también rojo ahora, mientras mantenía su mirada. Con eso sabían que iban a tener buenas energías todo el día.

— S-si, buenos días— y volteó rápidamente.

Aw, está avergonzado.

— Pfff

— ¡Oe! ¿¡De qué te reís, eh!?

— ¿Mm? oh nada nada~

Seguí riendo, es lindo.

Hizo una cara de desagrado. AAAA ya dejá de pensar eso.

— Bueno, a levantarse ya— pronunció Yahaba mientras se paraba y se dirigía al baño para cambiarse.

No mires, no mires, no mir- ugh mierda, que lindo que es, pensó mientras se paraba el también.

Y así pasó la mañana, con miradas discretas, pero intensas; algunos roces “involuntarios”; y más tarde (muy convenientemente) ninguno fue a quejarse por la cama, dirían que se habían olvidado si el otro preguntaba.

🏐✨🏐

— Ahh— suspiró tirándose a la cama luego de un baño relajante. Ya era de noche otra vez, y no podía estar más emocionado de, literalmente, dormir con el castaño, incluso si ni se daba vuelta, podía sentir ese calor emanar de su cuerpo. Con solo tenerlo cerca, le bastaba para ser feliz. Si, demasiado cursi, ni él se lo creía.

una cama, sin sМесто, где живут истории. Откройте их для себя